Hacinados en la tierra prometida

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La lucha de la comunidad de El Porvenir, Meta

Para Jaime León, de la Corporación Claretiana Norman Pérez Bello, es una contradicción que el gobierno hable de paz sin brindar a los campesinos garantías para el acceso a la tierra. Hace más de cuatro años la institución acompaña a una comunidad afectada por el paramilitarismo y la invasión de terrenos en el municipio de Puerto Gaitán, Meta: El Porvenir.

Durante la década de 1980 Víctor Carranza, conocido en el país como el zar de las esmeraldas, se adueñó de cerca de 25 mil hectáreas de tierra en la región. En 1987 paramilitares efectuaron una masacre que llevó a que muchos integrantes de la comunidad se desplazaran. Entre 1992 y 1996 el Instituto Colombiano de Reforma Agraria (INCORA) entregó 27 títulos de aproximadamente mil hectáreas cada uno a igual número de supuestos campesinos que alegaron la ocupación de esas tierras cuando en realidad servían a los propósitos de dominio del empresario boyacense. Con el tiempo, los predios fueron englobados en cinco grandes propiedades, un proceso que incluyó irregularidades como la falsificación de la firma de un adjudicatario que para dicho momento ya había muerto y falsedad con relación a venta de tierras por parte de otros campesinos.

Con la resolución 6423 del 30 de julio de 2014 emitida por la Subgerencia de Tierras Rurales del Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (INCODER) se resolvió revocar las titulaciones y hacer que su dominio volviese a la nación. En abril de este año, Holman Carranza, hijo del difunto empresario de las esmeraldas y heredero de los predios comprometidos, dio a conocer una carta en la cual aceptada lo comunicado en la resolución. Sin embargo, durante esos mismos días hombres de la empresa La Cristalina, propiedad entonces de la familia Carranza, cercaban más de 4 kilómetros en la región, haciendo conexiones con otras alambradas. Con ello dividieron predios y arrinconaron el ganado en propiedad de la Comunidad de El Porvenir, dejándolo sin agua y sin pasto.

Resistencia intercultural

Históricamente, la comunidad ha apacentado su ganado en el territorio que hoy la nación considera baldío. Lejos de recibir atención por parte de las entidades estatales para acceder al dominio de estos terrenos, ocupados legítimamente por ella hace aproximadamente medio siglo, la comunidad ha visto el aumento de cercas de conocidos y foráneos que han hecho inviables sus prácticas de producción y su cotidianidad. A las invasiones se suman las amenazas a los líderes de la comunidad, quienes aún tienen en el recuerdo el asesinato años atrás de algunos presidentes de la junta comunal.

Preocupa, además, a la gente de El Porvenir la posibilidad de que aquellas 25 mil hectáreas y otras más sean utilizadas por el gobierno para dar rienda suelta a proyectos extractivistas, los cuales atentarían contra su cultura y supervivencia.

Indios sin tierra de Vichada, que han dicho tener sus raíces y lugares sagrados en el territorio, han sido invitados para unirse a la movilización en defensa del mismo.

Lo anterior es una luz de esperanza para Jaime León, quien no deja de advertir la tensión existente entre la visión de desarrollo del gobierno de Juan Manuel Santos y la visión que de su vida y autodeterminación tienen comunidades como la de El Porvenir y sus compañeros indígenas. A este nivel expresa: “Hay un interés por la inversión económica, pero desinterés por la riqueza cultural y la biodiversidad que hay en la región; por preservar las culturas; por que tengan un desarrollo propio”.

La desaparición de una cultura

“Muchas formas altamente concentradas de explotación y degradación del medio ambiente no solo pueden acabar con los recursos de subsistencia locales, sino también con capacidades sociales que han permitido un modo de vida que durante mucho tiempo ha otorgado identidad cultural y sentido de la existencia y de la convivencia (…) La imposición de un estilo hegemónico de vida ligado a un modo de producción puede ser tan dañina como la alteración de los ecosistemas”

(Francisco en Laudato si’ 145)

Texto: VNC

Foto: Taringa

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