¿Existe un arte realmente místico?

El Museo Nacional de Escultura inaugura una exposición que une a santa Teresa con artistas contemporáneos

Exposición 'Nada temas, dice ella. Cuando el arte revela verdades místicas' (Museo Nacional de Escultura)

JUAN CARLOS RODRÍGUEZ | “A través de la lectura de las obras completas de santa Teresa de Jesús, de asistir a muchas conferencias y escuchar los análisis y las interpretaciones de grandes estudiosas y estudiosos de su figura, he sentido que la Santa me autorizaba y me animaba a actuar desde el espacio que más conozco, el del arte contemporáneo”, explica a Vida Nueva Rosa Martínez (Soria, 1955), una de las críticas de arte y comisarias independientes más relevantes de la escena internacional.

Martínez ha concebido Nada temas, dice ella. Cuando el arte revela verdades místicas, la muestra que pone fin en el Museo Nacional de Escultura, en Valladolid, a la programación organizada por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ante el V Centenario del nacimiento de santa Teresa. No es, ni mucho menos, una exposición más. “No pretende narrar ni describir la vida y la obra de santa Teresa, pues ya se han hecho en el centenario magníficas muestras como la de su faceta como escritora en la Biblioteca Nacional”, advierte la comisaria.

Exposición 'Nada temas, dice ella. Cuando el arte revela verdades místicas' (Museo Nacional de Escultura)

En la muestra comparten espacio obras actuales con tallas llenas de historia

“En esta exposición queremos pensarla desde el presente –proclama–, comprobar cómo su legado y su figura siguen siendo significativos desde una óptica contemporánea, transmitir su resonancia en las búsquedas éticas y estéticas actuales. Y la mejor manera de hacerlo ha sido a través de las obras de artistas contemporáneos, pues el arte y la poesía son las formas de creación humana que más se acercan a lo espiritual”.

De la mano de grandes artistas contemporáneos –nada menos que Marina Abramovic, Miquel Barceló, Louise Bourgeois, Bruce Nauman o Bill Viola, entre los veintiún seleccionados por Rosa Martínez–, la exposición, que permanecerá abierta hasta el 28 de febrero, trata de mostrar la fuerza con la que la espiritualidad, la religiosidad y lo sagrado siguen siendo hoy sustento de la creación artística. Pero siempre a contracorriente. De ahí el título: Nada temas, dice ella. Cuando el arte revela verdades místicas.

La propia Rosa Martínez lo explica: “Se inspira en los famosos versos de santa Teresa: ‘Nada te turbe, nada te espante…’, y lo traslada de una forma más sencilla al ‘Nada temas’, a la vez que lo enlaza con el título de una novela de Marguerite Duras, otra gran sufridora por amor. De la novela de Duras, Détruire, dit-elle, se toma solo la segunda parte, el “dice ella”. Se pone así el acento en que el ánimo para atravesar obstáculos es vehiculado por palabras de mujer. Santa Teresa decía ‘procuremos ir siempre adelante’ (Las moradas, 4,10), que es otra forma de transmitir el mensaje que inspira toda la exposición”.

Un camino espiritual

Santa Teresa tiene mucho que decir a los artistas contemporáneos, a la vez que las obras de José Ramón Ais, Pilar Albarracín, Francis Alÿs, Kimsooja o Dora García, por ejemplo, transmiten aquello mismo que enseña la Doctora de la Iglesia: “La valentía, el coraje para traducir las propias visiones y convertirlas en obras –señala la comisaria–, es el elemento que une a la Santa y a estos artistas, que se atreven a explorar nuevos lenguajes, que se esfuerzan por transformar sus verdades en obras.

Exposición 'Nada temas, dice ella. Cuando el arte revela verdades místicas' (Museo Nacional de Escultura)

Una de las piezas que se exhiben hasta el próximo 28 de febrero en Valladolid

Santa Teresa decía también que del matrimonio espiritual, que de la unión mística debían de nacer obras, siempre obras, es decir que la visión mística debía de llevar a la transformación del mundo en que vivimos”. Rosa Martínez, en este sentido, ha recurrido a Cai Guo Qiang, Anish Kapoor, Waqas Khan, Cristina Lucas o Nikos Navridis para crear un verdadero camino espiritual porque –así lo reivindica–, el arte contemporáneo también es testimonio de la mística: “El espectador debe de buscar aquellas obras que resuenen en su alma, aquellas que hacen que su conciencia se modifique, se amplíe, se eleve; aquellas que despiertan el gozo estético y existencial –afirma–. Y las hay, pero hay que buscarlas, hay que separar el grano de la paja, como en muchos otros aspectos de la vida, sobre todo cuando la invasión de las imágenes publicitarias y el ruido que transmiten muchos medios de comunicación nos adormece y no nos deja ver de verdad”.

Así lo evidencia este grupo de veintiún artistas contemporáneos, de reconocido prestigio, seleccionados por su conexión temática, conceptual o existencial con la figura y el legado de Teresa de Jesús, como Rivane Neuenschwander, Anila Quayyum, Egle Rakauskaite, Soledad Sevilla, Josefa Tolrà o Eulalia Valldosera. “Hay dos aspectos del arte contemporáneo –manifiesta Rosa Martínez de forma tajante– que dificultan el acercamiento a su sentido profundo: los precios exorbitados que algunas obras alcanzan en el mercado y el hermetismo de algunos de sus lenguajes, que los alejan de la gente. Pero existe también un arte honesto, verdadero, hecho desde el alma.

Y ese es el que nos interesa aquí”. La visión como historiadora del arte y como comisaria internacional de Rosa Martínez ha concebido un encuentro único entre el arte contemporáneo y santa Teresa. “Lo considero como un regalo y como una ofrenda –declara–. Pues si bien esta es la exposición que cierra oficialmente el V Centenario de la Santa, espero que sea también un campo abierto que potencie su mensaje hacia el futuro”.

En diálogo con Pedro de Mena y Gregorio Fernández

Por primera vez, las tres sedes del Museo Nacional de Escultura de Valladolid –el Colegio San Gregorio, el Palacio de Villena y la Casa del Sol– acogen una exposición temporal. Una decisión que quiere provocar la conversación, la interacción y la simbiosis entre los veintiún artistas contemporáneos participantes en la exposición con las obras de la colección permanente del museo, que acoge la Edad de Oro de la escultura española: con Alonso Berrugete, Juan de Juni, Gregorio Fernández, Pedro de Mena, Martínez Montañés o Alonso Cano, por ejemplo. “Este es el secreto mejor guardado de la exposición y cada espectador es invitado a visitarla para experimentar en primera persona esos diálogos y buscar las conjunciones y disyunciones que se dan entre las obras antiguas y las contemporáneas”.

En la exposición conviven, por tanto, las obras contemporáneas de artistas de todo el planeta con obras históricas de la colección permanente. “Es un lugar privilegiado para buscar las conjunciones antropológicas que nos unen y no las diferencias que quieren separarnos”, insiste la comisaria, Rosa Martínez, que ha sido la directora artística de citas internacionales de gran prestigio, como la Bienal de Venecia. La muestra, organizada por Acción Cultural Española (AC/E), el Museo Nacional de Escultura y la Dirección General de Política de Industrias Culturales y del Libro, acoge una gran variedad de lenguajes, estilos y formatos.

En conjunto, hay cerámica y dibujo, video, performance, instalaciones o, por supuesto, pintura y escultura. “Es un magnífico ejercicio de coexistencia, que es una prueba de la posibilidad de interconectar culturas, generaciones y tiempos diferentes y de establecer diálogos fluidos entre ellos –defiende la comisaria–. Por eso me gusta afirmar que es una exposición trans: transcultural, transhistórica, transgeneracional y multidisciplinar”.

Y así lo explica un catálogo de próxima publicación, con visiones poliédricas de grandes expertas sobre la Santa: la psicoanalista Julia Kristeva, la historiadora Giuliana di Febo o la directora del Museo Nacional de Escultura, María Bolaños.

En el nº 2.966 de Vida Nueva.

 

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