Francisco: “Detrás de las estadísticas de refugiados hay personas”

El Papa clama por su “dignidad de hijos de Dios” en sendos encuentros con jesuitas y luteranos

Francisco bendice a una mujer en el Aula Pablo VI

Francisco bendice a una mujer en el Aula Pablo VI

ANTONIO PELAYO (ROMA) | Como no hay mal que por bien no venga, el tsunami informativo provocado por los atentados de París ha eliminado de los periódicos, radios y televisiones las noticias sobre ‘Vatileaks’, cuyo proceso sigue en sus fases iniciales e informativas. Los magistrados vaticanos han vuelto a interrogar a Lucio Ángel Vallejo (que sigue detenido en el cuartel de la Gendarmería) y a Francesca Chaouqui. Al tiempo, sigue su curso el procedimiento para que los autores de los dos libros que han recibido el material filtrado sean citados a declarar. Todo indica que los tiempos no serán demasiado rápidos.

El Papa, por su parte, sigue su ritmo de vida y no modificará sus habituales modos de acercarse a cuantos acuden a las audiencias en San Pedro.

En la mañana siguiente a la trágica noche parisina del 13 de noviembre, Bergoglio recibía en audiencia al Servicio Jesuita a Refugiados (SJR), creado hace 35 años por el que fue prepósito general de la Compañía de Jesús, Pedro Arrupe. En la audiencia estaban presentes el cardenal Veglió, presidente del Pontificio Consejo para los Emigrantes, y el actual general jesuita, Adolfo Nicolás.

En su discurso, el Papa recordó que, si hace cuatro décadas el problema de los refugiados era ya acuciante, hoy ha adquirido proporciones trágicas: hay 60 millones de personas en esta situación, la cifra más alta desde la II Guerra Mundial. “Detrás de estas estadísticas –dijo el Pontífice– hay personas, cada una con su nombre, un rostro, una historia y su inalienable dignidad de hijos de Dios”.

Acceso a la educación

El Papa insistió mucho en la educación de los refugiados menores, pues, gracias a ella, “podrán descubrir su auténtica vocación, desarrollando su potencialidad. Por desgracia, muchos niños y jóvenes refugiados no reciben una educación de calidad. El acceso a la educación es limitado, especialmente para las muchachas y para los estudios secundarios”. En esta línea, alabó el proyecto de educación global preparado por el SJR para el Jubileo de la Misericordia, con el lema Pongamos en marcha la misericordia, que se propone llevar a las escuelas a 100.000 jóvenes refugiados.

Encuentro con la Comunidad Evangélica Luterana de Roma

Encuentro con la Comunidad Evangélica Luterana de Roma

Siempre sensible a las relaciones ecuménicas, el Papa visitó el domingo por la tarde a la Comunidad Evangélica Luterana de Roma (algunos centenares de personas, casi todas alemanas) en su templo, la Christuskirche, en una céntrica calle romana. Tras el saludo del pastor Jens-Martin Kruse (“el diálogo y la oración son dos dimensiones esenciales en el camino hacia la unidad de los cristianos”, dijo), Francisco mantuvo un diálogo con miembros de la comunidad, gracias a los cuales conoció su trabajo con los refugiados, especialmente madres norteafricanas.

Como parte del servicio religioso, Francisco pronunció una homilía en la que, después de evocar los “feos tiempos de las persecuciones”, dijo que “debemos pedirnos perdón por el escándalo de las divisiones, porque todos, luteranos y católicos, compartimos esta opción, la opción del servicio como Él nos lo ha indicado siendo siervo, el siervo del Señor”.

En previsión de la próxima reunión del Consejo de cardenales (C-9), del 10 al 12 de diciembre, el Papa mantuvo una reunión el lunes 16 de noviembre con los jefes de los dicasterios de la Curia, una especie de consejo de ministros. No hemos recibido información alguna sobre los asuntos tratados, pero es muy verosímil que, entre otros temas, se les haya expuesto a los presidentes de las congregaciones y pontificios consejos las primeras decisiones sobre la remodelación del aparato curial; en primer lugar, la creación de una nuevo organismo que reagrupe la atención pastoral a los laicos, la familia y la vida, anunciada por el Santo Padre el 22 de octubre en el Aula sinodal. Los nueve purpurados discutirán la estructura canónica del nuevo dicasterio (¿congregación o pontificio consejo?), su estructura y, tal vez, se dé a conocer el nombre de quien lo presidirá.

Además, el 14 de noviembre se hizo pública la composición del XIV Consejo Ordinario de la Secretaría General del Sínodo. Doce miembros fueron elegidos por los padres sinodales, y reflejan la pluralidad de opiniones y sensibilidades manifestadas durante el Sínodo sobre la Familia. Si, por parte de los “conservadores”, figuran los cardenales Napier, Pell, Sarah o el arzobispo de Filadelfia, Chaput, los “aperturistas” cuentan con representantes como los cardenales Schönborn, Maradiaga, Tagle y Nichols. El Papa, por su cuenta, ha nombrado a otros tres miembros: Su Beatitud, Louis Raphael Sako, patriarca de Babilonia de los Caldeos; el arzobispo de Brasilia, Sergio Da Rocha; y el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro.

Por otro lado, el 21 de noviembre la Fundación Joseph Ratzinger-Benedicto XVI entregará los premios del año 2015 a los profesores Nabil el-Khoury, libanés, y al brasileño Mario de França Miranda. El primero cuenta entre sus maestros al padre Kolvenbach, los filósofos Ernst Bloch, Paul Ricoeur, Cornelio Fabro y el propio Ratzinger, de cuyas obras es traductor al árabe. El jesuita De França es profesor de Teología Sistemática desde hace muchos años en la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro y ha publicado 14 libros.

“Ninguno de los dos provienen del mundo occidental –dijo en su presentación Luis F. Ladaria, secretario de Doctrina de la Fe–; uno viene del ámbito latinoamericano y el otro del oriental católico. A nadie se le escapará el significado de esta elección. América Latina ha dado a la Iglesia el primer papa no europeo… A san Juan Pablo II le gustaba decir que la Iglesia católica debe respirar con dos pulmones, Oriente y Occidente”.

Cerramos esta crónica con otra triste historia de eclesiásticos no precisamente modélicos. Esta vez se trata de un ex monje benedictino, Pietro Vittorelli, entre 2007 y 2013 abad de Montecassino, uno de los monasterios más famosos del mundo, fundado en el año 529 por san Benito de Nursia. Vittorelli está siendo indagado por la Justicia italiana por haber “distraído” medio millón de euros de las cajas y cuentas de la abadía en beneficio propio. Esto ya constituiría de por sí un grave delito, pero la cosa adquiere perfiles aún más dolorosos cuando se ha descubierto que el fraile gastaba esos dineros “alegremente”: viajes al extranjero, estancias en hoteles caros, cenas de alto nivel, perfumes… y hasta estupefacientes que le ayudaban a estar a la altura de lo que se le pedía en algunas orgías (presuntamente homosexuales).

En el nº 2.965 de Vida Nueva

 

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