El arzobispo Gualberti pidió leyes que reconozcan la dignidad y los derechos del ser humano
El arzobispo de Santa Cruz, Sergio Gualberti, exhortó a “no ser insensibles ante el dolor y trabajar en implementar leyes que reconozcan la dignidad y los derechos del ser humano”. Lo hizo a través de la homilía que pronunció en la catedral San Lorenzo Mártir el domingo 25 de octubre, momentos después de que en Roma el papa Francisco clausuraba el Sínodo de la familia con la Eucarística.
A partir del relato en el que Jesús sale del pueblo de Jericó para subir a Jerusalén donde lo espera la pasión, muerte y resurrección y se encuentra con el ciego Bartimeo, el prelado instó a “salir de la indiferencia” y a “superar la mentalidad de exclusión”.
“Mientras toda esa gente se puso en camino, sentado al borde del camino estaba un ciego, Bartimeo, hombre marcado por una situación de doble sufrimiento: ser mendigo y por encima ciego. Sentado, no se refiere solo a la posición física de ese momento sino también al estado de resignación e impotencia en que se encontraba. En sus jornadas no podía hacer nada más que esperar que alguien se compadeciera de él y le alcanzara algo para su sustento”, reflexionó el arzobispo. Y se refirió al concepto al borde del camino, como “al borde de la sociedad, marginado de la vida cotidiana. Nadie lo tomaba en cuenta: no podía sufrir más exclusión”.
Para Gualberti, “Bartimeo es el símbolo de tantas personas que en nuestro mundo y sociedad son excluidas del banquete de la vida: hermanas y hermanos impedidos que, en menor o mayor grado, sufren una situación injusta de exclusión y marginación. A menudo nos hemos vuelto insensibles ante su dolor, nos hemos acostumbrado y no nos llama la atención que estén condenados a sobrevivir en el sufrimiento y el abandono”. Por eso, exlcamó: “¡Es urgente que todos salgamos de nuestra indiferencia, que vayamos superando una mentalidad de exclusión y el trato injusto hacia los hermanos impedidos, que trabajemos para que se implementen unas leyes que reconozcan su dignidad y sus derechos, y que les favorezcan en encontrar un trabajo acorde a sus condiciones y les permitan tener condiciones de vida dignas de todo ser humano!”.
R.P. SANTA CRUZ
