La Octava versión de la Semana de la memoria se ocupó de las memorias vivas
Con actividades en diversos lugares del país, entre 2 al 15 de octubre se llevó a cabo la octava versión de la Semana de la memoria, cuya temática giró, esta vez, en torno a la multiplicidad de lenguajes en que se expresan hoy por hoy las memorias vivas.
“En un momento de negociación política como en el que estamos es un llamado a que las diferentes visiones de sociedad también se pongan sobre la esfera pública”, señaló en su momento Gonzalo Sánchez, director del Centro Nacional de Memoria Histórica, institución a cargo de la iniciativa; “nosotros no estamos definiendo cuál es el tipo de memoria que hay que hacer, nosotros solo somos unos facilitadores para que esas distintas expresiones y esos distintos lenguajes puedan aflorar y puedan mandarle su mensaje al país”.
En el marco del evento se realizaron laboratorios de memoria a partir de la palabra, la corporalidad, lo visual y el enfoque de género. Confluyeron en estos escenarios organizaciones sociales que en distintas regiones del país narran a través de diversas disciplinas artísticas su comprensión de la sociedad.
En foros públicos, lanzamientos de proyectos musicales y proyecciones de películas con relación a la resistencia y lucha de las víctimas se quiso proponer una reflexión colectiva acerca de lo que no puede faltar en el Museo Nacional de la Memoria, un proyecto aún en fase de diseño.
Al decir de Paolo Vignolo, uno de los académicos que participó de las jornadas, “la memoria es una lucha, una disputa; algo que se va forjando día a día a partir de un proceso colectivo”. En el museo habrán de encontrarse lo institucional y el brote participativo que da cuenta de lo que ha sido el proceso de memoria en el país. “La plaza es una buena metáfora de lo que tendría que ser”, añade.
La Corporación Wipala, de la cual hacen parte los pintores Jafeth y Jorge Gómez, participó en la toma artística del Centro Cultural Gabriel García Márquez el viernes 9 de septiembre. Fruto de los laboratorios artísticos, la actividad involucró la elaboración de pinturas de gran formato y la presentación simultánea de piezas teatrales. Una expresión de lo que puede hacer el arte para ayudar a consolidar nuevas narrativas en las regiones. Un ejemplo de la memoria que se construye colectivamente en la plaza pública.
Texto y foto: VNC
