50 años como Hermanita de la Asunción

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El domingo primero de noviembre Blanca Marina Rojas, Hermanita de la Asunción, celebró junto a familiares, amigas y amigos cincuenta años de consagración religiosa. La celebración inició con una eucaristía en la parroquia San Juan Neumann, situada en la localidad bogotana de Usme. Durante la ceremonia la religiosa renovó frente a los asistentes su compromiso de entregar para siempre la vida al servicio de la familia obrera, en coherencia con el carisma de su congregación. También pidió compañía y apoyo para ser fiel al regalo de su vocación y de su ministerio en sectores populares de la sociedad.

Las Hermanitas de la Asunción tienen como misión anunciar la Buena Noticia de Salvación a los pobres, a los obreros y a sus familias para manifestarles el amor de Dios a través de toda su vida. Bajo la inspiración de Esteban Pernet y de Antonieta Fage, están llamadas a reunir un pueblo para Dios. A partir de su espiritualidad, trabajan para que las personas entren en diálogo, experimenten la confianza, la amistad, la solidaridad y participen progresivamente en la construcción de un mundo donde todos estemos “reunidos en la unidad de los hijos de Dios dispersos” (Jn 11,52).

Blanca Marina participó en el surgimiento de la Comisión Intercongregacional de Justicia y Paz. En la actualidad hace parte de la Mesa Ecuménica para la Paz y anima la Fundación Cultural Esteban Pernet, una experiencia eclesial de base, cuyo interés es incentivar el liderazgo laical y la transformación de la sociedad. Amigas, amigos, familiares y hermanas de comunidad reconocen la importancia de su servicio. La estola de la esperanza es símbolo de su vocación y ministerio.

VNC

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