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Carmen Márquez: “Las Iglesias han tenido un papel determinante en la reconciliación de Sudáfrica”


Autora del libro Las Iglesias cristianas ante el ‘apartheid’ en Sudáfrica: un análisis teológico del documento ‘Kairós’  (U. P. Comillas)

Carmen Márquez

J. L. CELADA | El pasado septiembre, durante el congreso bianual que la Asociación Europea de Teología Católica celebraba en Lovaina (Bélgica), la valenciana Carmen Márquez Beunza, licenciada en Derecho, doctora en Teología y profesora en la Universidad Pontificia Comillas, recibió el premio a la mejor publicación del año en materia teológica (categoría de investigador docente) por Las Iglesias cristianas ante el ‘apartheid’ en Sudáfrica: un análisis teológico del documento ‘Kairós’.

PREGUNTA.- ¿Qué supone la concesión de este premio, habida cuenta de que se trata de su tesis doctoral y, por tanto, la culminación de años de trabajo?

RESPUESTA.- En una tesis se invierten muchas energías, tiempo y esfuerzo, y ver reconocido ese trabajo produce una gran satisfacción. Supone también una alegría poder compartirlo con quienes me han acompañado en ese proceso: con el profesor Santiago Madrigal, a quien agradezco enormemente su labor como director, y con la Universidad Pontificia Comillas, donde he defendido la tesis. Y, sin duda, es un impulso importante a la carrera académica.

P.- La obra nos remite a la Sudáfrica del apartheid y al papel que jugaron entonces las Iglesias del país. ¿Fueron agentes decisivos en la reconciliación o solo ayudaron a “desactivar” el nacionalismo que, según otras voces, ellas mismas fomentaron antes?

R.- Las Iglesias tuvieron claro que su misión no terminaba con el fin del apartheid. Quedaba una difícil tarea por delante: la reconciliación de la nación. Y en esa labor el papel de las Iglesias ha sido determinante. Baste recordar el importante papel del arzobispo anglicano Desmond Tutu al frente de la Comisión Verdad y Reconciliación.

Las Iglesias cristianas ante el apartheid en Sudáfrica: un análisis teológico del documento Kairós. Carmen Márquez

Las Iglesias cristianas ante el apartheid en Sudáfrica: un análisis teológico del documento Kairós. Carmen Márquez

P.- ¿Sirve la teología para hacer política?

R.- La teología tiene, fundamentalmente, que hablar de Dios. Pero la teología ayuda también a interpretar la realidad a la luz del Evangelio. El documento que estudio en la tesis se pregunta cómo interpretar teológicamente y responder eclesialmente a los dramáticos acontecimientos que se suceden en el país. ¿Cómo puede Cristo ser confesado en el contexto del apartheid? Esta radical pregunta nos sitúa ante la tarea que debe afrontar la Iglesia en cada generación y en toda nueva circunstancia, que no es otra que responder a la pregunta: ¿cómo debe ser confesada hoy la fe en nuestro mundo? A dar respuesta a esta pregunta debe ayudar también la teología. Cuando a Tutu le acusaban de inmiscuirse en asuntos políticos por combatir el apartheid, respondía que no era un político y que era su fe cristiana la que le llevaba a involucrarse y a denunciar el racismo como algo contrario a la voluntad de Dios.

P.- ¿Cuándo deja la teología de cumplir su función y se convierte en ideología?

R.- Cuando se pone al servicio de intereses no evangélicos y pervierten las relaciones humanas. En Sudáfrica, la teología se convirtió en ideología al servicio del nacionalismo afrikáner y del proyecto de discriminación del apartheid, y hubo teólogos que justificaron la separación racial.

P.- ¿Es Sudáfrica un ejemplo de cómo debe ser la relación entre teología y política?

R.- Sudáfrica constituye un ejemplo paradigmático de las relaciones entre teología, ideología y política. La postura de la Iglesia Reformada Holandesa alerta de los riesgos de toda nacionalización de la religión. Pero el cristianismo sudafricano muestra también otro rostro: el de aquellas Iglesias y cristianos que, convencidos de que estaba en juego la credibilidad del Evangelio y que la Iglesia debía cumplir su misión profética, denunciaron el apartheid y condenaron su justificación religiosa como una doctrina herética y blasfema.

P.- ¿En qué medida el cultivo del ecumenismo y del diálogo interreligioso contribuyen a la convivencia en paz de los pueblos?

R.- Es su objetivo principal. Como se dice en la constitución sobre la Iglesia, se persigue la unidad del género humano con Dios y del género humano entre sí. En ese sentido, el movimiento ecuménico, mas allá de la unidad entre las Iglesias, busca la reconciliación de toda la humanidad. Por otro lado, fomentar el diálogo y el acercamiento entre las religiones es imprescindible si queremos asegurar una convivencia pacífica.

P.- ¿A quiénes recomendaría su libro?

R.- A quien tenga interés en conocer ese crucial período de la historia sudafricana y el papel que jugaron las Iglesias en el conflicto racial. También a quienes les interese el ecumenismo o quieran conocer el mundo de las teologías contextuales.

En el nº 2.962 de Vida Nueva

Actualizado
30/10/2015 | 00:43
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