El Vaticano da carpetazo al caso Gaztelueta de abusos en un colegio vasco

Tras la investigación canónica, pide “restablecer el buen nombre del acusado”

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BLANCA RUIZ ANTÓN | La investigación canónica del caso Gaztelueta “se da por cerrada, por falta de elementos de delicta graviora”. Después de diez meses de averiguaciones, investigación y búsqueda por parte del visitador apostólico nombrado para el caso, se ha cerrado este espinoso asunto con la voluntad explícita del Vaticano de que se restablezca la fama y el nombre del profesor acusado.

Después de que respondiera las pasadas navidades a la carta remitida por la familia del chico presuntamente abusado, el papa Francisco mandó abrir una investigación canónica al respecto. Se nombró a un visitador apostólico que, además de estudiar el caso, se entrevistó con la familia y con el joven. Se trasladó hasta Bilbao con el único fin de sacar toda la verdad de un caso que lleva abriéndose y cerrándose desde hace años. Como una herida que no termina de cicatrizar.

El visitador, un hombre de amplia experiencia pero que ha pedido permanecer lejos del foco mediático, además de documentarse de manera amplia, también visitó el colegio y se entrevistó con el profesor acusado, el director y con quien consideró necesario, según han contado a Vida Nueva fuentes muy cercanas al caso. Realizó, a fin de cuentas, un repaso exhaustivo y en el terreno de todo lo que había salido a la luz. Profundizó en los hechos que se explicaban en la carta enviada al Papa, repasó informes de las tres investigaciones civiles que ya se habían realizado con anterioridad, y siguió recopilando información en una investigación que duró diez meses.

El pasado 2 de octubre fue el día en el que el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe debía informar al Papa de las conclusiones de la investigación del visitador. El mismo día en el que se filtró a la prensa la felicitación navideña del Papa en donde mostraba el apoyo a la familia, a la víctima y se les informaba de la apertura de la investigación canónica. Una investigación sobre la que el Papa iba a escuchar sus conclusiones ese mismo día.

Vida Nueva ha tenido acceso a los documentos reservados enviados por la Congregación para la Doctrina de la Fe y dirigidos a la Prelatura del Opus Dei, de la que dependen el colegio Gaztelueta y el acusado de los abusos por ser miembro numerario de la misma, y en los que se especifica que los hechos denunciados “no han sido probados, y en consecuencia, se debe restablecer el buen nombre y la fama del acusado, sin que proceda adoptar ulteriormente ninguna otra medida para la citada persona”.

Una conclusión a la que se llega, según precisa dicho documento reservado, después de “un minucioso análisis super actis, valorando los numerosos documentos públicos y privados”, así como otros testimonios y entrevistas a diversas personas”. Y que, por tanto “se da por cerrado, por falta de elementos de delicta graviora”.

Desde el colegio Gaztelueta subrayan que este carpetazo es el cuarto que instancias ajenas al colegio dan al caso, ya que todas han estudiado y llegado a la misma conclusión. Pero saben que no será el último.

Comunicación a la familia

La Congregación para la Doctrina de la Fe pidió al obispo de Bilbao, Mario Iceta, que informara a la familia del resultado de la investigación por ser el ordinario del lugar. Él nombró al vicario general de la diócesis, Ángel María Unzueta, para que se lo comunicara a la familia y fue quien llamó al padre de la supuesta víctima por teléfono para explicarle el resultado de la investigación canónica.

Sin embargo, la abogada de la familia asegura que los padres de la supuesta víctima “no fueron informados de que el caso se cierre por falta de pruebas”. Desde la Diócesis de Bilbao poco más han podido hacer, porque la cura pastoral del colegio Gaztelueta pertenece –como precisaron en un comunicado desde el Obispado– jurídica y canónicamente a la Prelatura del Opus Dei, de modo que queda fuera de la jurisdicción del obispo diocesano. Sin embargo, han colaborado con el
desarrollo de la investigación.

La salud mental de la supuesta víctima de los abusos, hoy mayor de edad, es realmente delicada. Declaraciones recientes de su familia aseguraban que había intentado suicidarse en varias ocasiones y no descartan que vuelva a intentarlo. Mientras tanto, la investigación relativa a la querella presentada el pasado mes de julio por el mismo joven –ahora que ha alcanzado la mayoría de edad– contra el profesor sigue en marcha, independientemente del cierre de la investigación canónica. Quizás sea ese el broche que el caso Gaztelueta necesita.

En el nº 2.960 de Vida Nueva

 

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