La homosexualidad irrumpe en vísperas del Sínodo

En los debates previos a la Asamblea, un sacerdote de Doctrina de la Fe hace público que es gay y tiene pareja

El sacerdote polaco Krzystof Charamsa y su pareja, el catalán Eduard Planas

El sacerdote polaco Krzystof Charamsa y su pareja, el catalán Eduard Planas

ÁLVARO DE JUANA (ROMA) | Apenas unos días antes del inicio del Sínodo sobre la Familia, Roma acogió algunas iniciativas en las que se reflexionó sobre temas que los padres sinodales analizarán durante la Asamblea. En la Pontificia Universidad Tomás de Aquino, el conocido Angelicum, tuvo lugar el viernes 2 de octubre un congreso sobre la pastoral con los homosexuales.

El acto fue organizado por la asociación estadounidense Courage, que atiende a “personas con tendencias homosexuales animándoles a vivir en castidad”; Ignatius Press, la editorial americana que acaba de publicar el libro Once cardenales hablan sobre el matrimonio y la familia, en el que participan once cardenales, entre ellos, el español Rouco Varela; y el también norteamericano Napa Institute, que ofrece “una orientación católica para el intercambio entre culturas y el desarrollo intelectual de los líderes”.

La jornada tenía como título Las formas del amor verdadero. Aproximaciones pastorales para acoger y acompañar a quienes tienen tendencias homosexuales, y en ella participaron numerosos expertos y también católicos homosexuales que viven en castidad. Es el caso de Rilene Simpson, de Courage, quien mostró su temor de que “la castidad podría no tener una voz suficientemente fuerte en el Sínodo”, y aseguró que “necesitamos el apoyo de la Iglesia”. “Estamos hablando de castidad para todos. De castidad para la gente con atracción hacia el mismo sexo, de castidad dentro del matrimonio y de castidad para la gente que se ha divorciado y se ha vuelto a casar”, concluyó.

Uno de los padres sinodales y hombre de confianza de Francisco, el cardenal George Pell, recordó al final del evento que la Iglesia ayuda a los homosexuales desde hace mucho tiempo: “Se ve ya en muchos lugares. Ninguna ONG ofrece más ayuda y acompañamiento para, por ejemplo, personas con sida, que las parroquias, las comunidades como Courage y las familias cristianas”.

Pero, un día más tarde, saltó la polémica. Horas antes del inicio del Sínodo, en entrevista con el Corriere della Sera, el sacerdote Krzystof Charamsa, miembro de la Congregación para la Doctrina de la Fe, se declaraba gay y afirmaba tener pareja. El polaco, que también pertenece a la Comisión Teológica Internacional, manifestó el deseo de que “la Iglesia y mi comunidad sepan quién soy: un sacerdote homosexual, con un compañero, feliz y orgulloso de la propia identidad”. Y aseguró estar “dispuesto a pagar las consecuencias”. “Es momento –añadió– de que la Iglesia abra los ojos ante los gais creyentes y entienda que la solución que les propone, la abstinencia total de la vida del amor, es inhumana”.

El Vaticano reaccionó con rapidez y emitió un comunicado asegurando que “las realidades, las situaciones personales y las reflexiones” como estas “merecen respeto”, pero que “la elección de dar a conocer una manifestación así de clamorosa en la víspera de la apertura del Sínodo aparece como muy grave e irresponsable”. La declaración precisaba que el sacerdote “no podrá seguir desarrollando las tareas que realizaba en la Congregación para la Doctrina de la Fe y en las universidades pontificias”, y que “los demás aspectos de su situación son de competencia de su ordinario [obispo] diocesano”.

A mediodía, el sacerdote y su pareja, el catalán Eduard Planas, ofrecieron una rueda de prensa frente a la sede de Doctrina de la Fe, en la que anunció la publicación de un libro donde relatará su historia. Según fuentes consultadas por Vida Nueva, fue el propio Francisco quien decidió apartarle, no por ser homosexual, sino por su actitud.

Charamsa viajó a España en septiembre para participar en Catalunya Ràdio, donde apeló a la Doctrina Social de la Iglesia para defender “el derecho a la autodeterminación” en plena campaña electoral, frente a la prudencia de la Santa Sede en este asunto.

“Solo un saludo”

Objeto de polémica fue también estos días Kim Davis, detenida por negarse a casar a parejas homosexuales debido a su fe. La funcionaria del condado de Rowan, en Kentucky (Estados Unidos), aseguró haber recibido el apoyo y consuelo del papa Francisco el pasado 24 de septiembre. Aunque sus abogados emitieron un comunicado relatando el encuentro, apenas tres días después, el Vaticano lo desmintió aclarando que fue solo un breve saludo y “el Papa no entró en los detalles de la situación de la señora Davis y su encuentro con ella no debe ser considerado como apoyo a su posición en todos sus aspectos particulares y complejos”. A quien también saludó brevemente fue a un alumno suyo, Yayo Grassi, gay argentino que acudió junto a su pareja y algunos amigos.

En el nº 2.959 de Vida Nueva

 

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