El aviso de Cáritas: ya no basta con tener un empleo para escapar de la pobreza

La mitad de los hogares atendidos tiene algún familiar trabajando

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Cartel en una pescadería: “Hoy soy pobre yo, pero mañana lo puedes ser tú”

RUBÉN CRUZ | Son 305.615.094 euros. Un montante que Cáritas destinó en 2014 a ayudar al prójimo, según se recoge en su Memoria anual presentada el 6 de octubre. Una cantidad que supone casi un 41% más que el destinado para el mismo fin seis años antes, cuando apenas se oía hablar de una tal “desaceleración económica”. Aunque la tasa de paro disminuye, todavía el 53% de las personas que solicitan ayuda a Cáritas vive en hogares en los que alguno de sus miembros está trabajando. Ya no basta con tener un empleo. Las familias acuden en busca de complementos para llegar a fin de mes con más asiduidad en 2014 que en años anteriores.

“Hace algunos años apenas venía gente con empleo a solicitar asistencia, pero la precarización salarial y el trabajo temporal han cambiado la situación”, indicó el secretario general de la confederación, Sebastián Mora. Además, añadía: “Si desde los años 60 el empleo ha sido el mecanismo de inserción social, hoy, por sí mismo, no está siendo suficiente y son necesarias políticas de protección social”. Esta precarización laboral ha provocado el “debilitamiento” de las familias.

Los niños, excluidos del futuro

Pese a los brotes verdes que aportan las principales variables macroeconómicas, la crisis ha hecho mella en la sociedad española. Sebastián Mora advierte de que igual que cuando llega una crisis, la pobreza crece exponencial y rápidamente, cuando esta “parece que se retira”, los números no bajan al mismo ritmo, sino que se produce un descenso “muy lento”. Según datos del Observatorio de la Realidad de Cáritas, siete de cada diez familias atendidas tienen hijos a su cargo –53% parejas con hijos y 19,3% madres solteras–. Una realidad preocupante. Los niños han sido uno de los grupos de población que más ha sufrido la crisis. De hecho, Mora hizo hincapié en que los menores de estos núcleos familiares “tienen todas las papeletas para ser pobres” el día de mañana.

Debido a la constante “erosión” de las políticas públicas de protección social desde 2009, el 59% de los hogares a los que atienda la organización proceden de servicios sociales públicos. Y es que “los mecanismos públicos son incapaces de atajar el problema”, subrayó Mora. Las consecuencias de los años de apretarse el cinturón se hacen patentes hoy. Puede que se haya tocado fondo y desde hace meses no paren de mejorar los indicadores económicos, pero hasta que eso se traslade a las familias pasará algún tiempo aún.

Y la realidad es que donde no ha llegado el Estado durante estos duros años de crisis, ha estado Cáritas, pero ¿qué hubiera pasado si no se hubiera hecho presente? Los programas que la confederación desarrolló tanto dentro como fuera de las fronteras de nuestro país en 2014 permitieron ayudar a 4.377.419 personas en situación de gran vulnerabilidad. En concreto, 2.179.958 en España.

Una cifra muy similar a la del año anterior, siendo este el primer año en que se estabiliza el número de personas que son atendidas. Quizá se trata de uno de los pocos datos positivos de la memoria de la confederación. “Las personas atendidas son las mismas que en 2013 pero su situación de vulnerabilidad se ha acentuado”, indicó Mora. Y es que del total de personas en situación de desempleo, el 74,2% son parados de larga duración (más de un año), lo que implica que “se está abriendo una brecha entre la pobreza más cronificada. No hemos vencido a la pobreza, pero vamos construyendo otro futuro”, señaló Mora.

82.000 voluntarios

De las personas atendidas en España, un 73% son españoles o pertenecientes a la UE 15, mientras el 23% proceden de países extracomunitarios. A la red de Acogida y Atención primaria de Cáritas acuden personas de diferentes barrios. De hecho, un 62% de las personas atendidas viven en barrios o zonas en buenas condiciones, lo que demuestra que la exclusión social está dispersa. Además, en España el 58,1% de los atendidos se encuentran en situación de pobreza –menos de 16.000 euros al año en una familia de cuatro miembros–. El 41,9% restante no son pobres en términos estadísticos, pero no tienen medios suficientes para llevar una vida digna y casi el 70% están en situación de exclusión social.

La labor que desarrolla la confederación no podría materializarse sin los 4.500 trabajadores y los casi 82.000 voluntarios –un 5% más que el año anterior– de las 7.525 Cáritas parroquiales. En este sentido, el presidente, Rafael del Río, puso el acento en el papel insustituible de los voluntarios en el ser y hacer de la confederación: “Cada cifra de las que se ofrecen en las páginas de la memoria es una huella visible de la voluntad inequívoca de cada voluntario de practicar la justicia”.

En palabras de monseñor Atilano Rodríguez, obispo responsable de la organización, “los datos aportados por la Memoria anual de Cáritas muestran cómo las víctimas de la precariedad y la exclusión social no están solos, sino que, son hijos predilectos de la acción pastoral de la Iglesia que están en el centro mismo de la vida de las comunidades parroquiales y diocesanas de nuestro país, donde los voluntarios, colaboradores y trabajadores de Cáritas son signo en el mundo de la misericordia de Dios con esa revolución de la ternura a la que nos convoca el papa Francisco”.

De los más de 305 millones de euros invertidos en las periferias, el 73% procede de aportaciones privadas, mientras que el restante 27% son fondos públicos, tanto de ayuntamientos, gobiernos autonómicos, gobierno central y Unión Europea. Los diez grandes apartados sociales a los que Cáritas destina el mayor volumen de recursos son: acogida y asistencia (80,5 millones de euros), empleo y economía social (40,7 millones), mayores (35,5 millones), personas sin hogar (28,7 millones), familia e infancia (23 millones), cooperación internacional (22 millones), vivienda (6,7 millones), drogodependencia (6,4 millones), inmigración (4,9 millones y salud (2,9 millones).

Diez propuestas para las elecciones generales

Cáritas también ha aprovechado para poner sobre la mesa propuestas ante las próximas elecciones generales. Lo hace a través de un decálogo hecho público el 30 de septiembre:

  • Ratificar la Carta Social Europea.
  • Garantizar ingresos para los hogares en situación de pobreza severa.
  • Garantizar el acceso a la salud.
  • Garantizar una vivienda digna, empleo digno y salario justo.
  • Apuesta por la economía social y solidaria en la contratación pública.
  • Evitar la irregularidad sobrevenida.
  • Garantizar los derechos humanos en los procedimientos de expulsión.
  • Cumplir los objetivos de desarrollo sostenible.
  • Destinar el 0,7% del PIB a ayuda al desarrollo.

Como en citas electorales anteriores, Cáritas tiene la intención de presentar sus propuestas al conjunto de los representantes políticos y los agentes sociales. De hecho, “hay algunos partidos que ya están asumiendo algunas de las propuestas”, señaló el secretario general de Cáritas, Sebastián Mora.

En el nº 2.959 de Vida Nueva.

 

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