Benito Baranda: “El Sínodo debe centrarse en los excluidos de la sociedad”

Experto en pastoral con familias pobres

Benito Baranda, presidente de la ONG América Solidaria

Benito Baranda, presidente de la ONG América Solidaria

TEXTO Y FOTO: DARÍO MENOR (ROMA) | El chileno Benito Baranda es presidente de la ONG América Solidaria y experto en atención a las personas que viven en contextos económicos difíciles. El pasado mes de mayo dirigió el seminario sobre la pastoral con familias pobres y marginadas organizado por el Pontificio Instituto Juan Pablo II para estudios sobre el Matrimonio y la Familia, organismo dependiente de la Pontificia Universidad Lateranense de Roma.

PREGUNTA.- Cuestiones como la atención a las familias en situación desfavorecida que usted trató en aquel seminario se debaten en el Sínodo. ¿Tiene esperanzas de que la asamblea marque un punto de inflexión en este campo?

RESPUESTA.- La insistencia del Papa por acercarnos a las personas en situación de pobreza y exclusión social es un gran signo. Si la Iglesia no se acerca a estas familias, será muy difícil el éxito del Sínodo para lograr una nueva evangelización. Tiene que estar focalizado en aquello que ha sido excluido de la sociedad, no en quienes estamos incluidos en ella y participamos en las parroquias y en los movimientos de Iglesia. Estos, generalmente, son para personas ricas o de clase media. Casi todos los grandes movimientos familiares ya no acuden a los más pobres. Hay muchos fundadores que partieron de la pobreza y después terminaron sirviendo a la clase media o alta. Para tener éxito, el Sínodo requiere, además, la presencia de la familia. No se puede hablar de ella sin los laicos.

P.- Son 17 los matrimonios que participan en la asamblea sinodal. ¿Echa de menos una mayor diversidad entre los laicos invitados como auditores?

R.- Espero que no representen solamente a los movimientos o a la pastoral familiar, sino que también cuestionen la mirada que tenemos en la actualidad hacia las familias que consideramos alejadas de la Iglesia o fuera de la doctrina. Eso es algo que tiene que lograr el Sínodo. Un primer esfuerzo es la consulta que se hizo anteriormente. Mucha gente criticó este gesto, pero hay que valorar esos esfuerzos. Muchos de nosotros conversamos a partir de ello en nuestras iglesias locales. Se pudieron abrir temas que no se trataban públicamente.

P.- Hay quien critica al Papa diciendo que está haciendo pauperismo y que utiliza a los pobres para imponer su idea de Iglesia. ¿Qué les respondería a esas personas?

R.- La Iglesia tiene que volver a ese trato de igual dignidad que se enturbió con el transcurso de la historia, porque nos vinculamos a las monarquías, metimos una realeza dentro del Vaticano que no correspondía y le dimos una categoría a los obispos que tampoco era acorde. Con el papa Francisco está asomando una manera distinta de hacer Iglesia que ya se intuía en algunos de los pontífices que le precedieron. Por ello, nuestra Iglesia debe volver a ser un espacio en el cual los jóvenes sientan que pueden dar un verdadero sentido a su vida.

En el nº 2.959 de Vida Nueva.

 

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