Francisco advierte que el Sínodo “no es un parlamento ni un congreso” donde haya que consensuar

Pide a los participantes de la Asamblea valentía, humildad y oración

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Una familia asiste a la 16ª reunión ordinaria del Sínodo de Obispos en el Vaticano, hoy, 5 de octubre de 2015

M. PÉREZ | La XIV Asamblea General del Sínodo de los Obispos para la Familia ha comenzado hoy lunes 5 de octubre sus trabajos. En su saludo a los 359 participantes de los cinco continentes, el papa Francisco les ha recordado que “el Sínodo no es un parlamento ni un congreso donde es necesario alcanzar el consenso, negociar o regatear”, sino un espacio abierto al “Espíritu Santo, con valentía apostólica, humildad evangélica y oración confiada”.

“El Sínodo no es una conferencia, un parlamento o un senado donde es necesario alcanzar el consenso, negociar o regatear”, ha sentenciado el Papa. El Sínodo, sin embargo, es “una expresión eclesial: es la Iglesia que camina junta para leer la realidad con los ojos de la fe y con el corazón de Dios; es la Iglesia que se interroga sobre la fidelidad al depósito de la fe”, “que es una fuente viva de la cual la Iglesia apaga su sed, para apagar la sed e iluminar el depósito de la vida”.

Por ello, Francisco ha pedido a los padres sinodales “caminar juntos con espíritu de colegialidad y sinodalidad”, “poniendo siempre ante nuestros ojos el bien de la Iglesia, de las familias, la Salus animarum”, adoptando “valerosamente la parresía y el celo pastoral y doctrinal”.

Finalmente, ha recordado que “el Sínodo solo será un espacio abierto al Espíritu Santo si todos los participantes nos armamos de de valentía apostólica, humildad evangélica y oración confiada”.

“La oración confiada es la acción del corazón cuando se abre a Dios, cuando hacemos callar todos nuestros humores para escuchar la suave voz de Dios que habla en el silencio”, ha afirmado. “Sin escuchar a Dios todas nuestras palabras serán tan sólo ‘palabras’ que no sacian y no sirven“. “Sin dejarnos guiar por el Espíritu todas nuestras decisiones serán tan sólo ‘decoraciones’ que en vez de exaltar el Evangelio lo recubren y ocultan”.

Resumen de los temas

El relator general del Sínodo, el cardenal húngaro Peter Erdó, ha sido el encargado de leer el resumen de los temas que se afrontarán en esta XIV Asamblea General, y que han surgido tras las conclusiones del anterior Sínodo de octubre de 2014 y las preguntas realizadas a las respectivas conferencias episcopales de cada país.

Entre los temas, destaca la petición de “acompañar a los divorciados que se han vuelto a casar a una mayor integración en la vida de la comunidad cristiana”, “la atención pastoral hacia las personas con tendencia homosexual“, o la atención a los fieles que conviven o se han casado por lo civil, “porque no se sienten preparados para celebrar el sacramento, vistas las dificultades que tal decisión puede provocar”.

Krysztof Charamsa y la añadida presión mediática

“Quiero que la Iglesia y mi comunidad sepan quién soy: un sacerdote homosexual, con un compañero, feliz y orgulloso de mi propia identidad”. Con estas palabras reveladas al diario Il Corriere della Sera, el sacerdote polaco Krysztof Charamsa puso el pasado sábado 3 de octubre toda la atención mediática mundial sobre los muros vaticanos. Y es que las declaraciones se hacían públicas a tan sólo un día antes del inicio del Sínodo de la Familia, en el que los obispos están llamados a debatir, entre otros temas, la presencia de homosexuales en la Iglesia.

La reacción del Vaticano fue inmediata: el sacerdote polaco fue apartado de sus funciones como secretario adjunto de la Comisión Teológica Internacional, oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe y docente de las universidades pontificias donde imparte Teología. “La elección de hacer una manifestación tan clamorosa en la vigilia del Sínodo es muy grave e irresponsable, ya que hace que, sobre la asamblea sinodal, recaiga una indebida presión mediática”, señaló el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, en una rueda de prensa.

Españoles en el Sínodo

La apertura de los trabajos de la asamblea, que tuvo lugar en el aula del Sínodo del Vaticano, fue precedida por la invocación del Espíritu Santo, cantada por el coro de la Capilla Sixtina y entonada por los padres sinodales. Entre ellos se encuentran los españoles Ricardo BlázquezMario Iceta y Carlos Osoro.

También están presentes los españoles miembros por nombramiento pontificio Lluís Martínez Sistach y Manuel Jesús Arroba; los colaboradores Matías Augé, Lluís Clavell y José Granados; los auditores María Monserrat Rosell y Eugenio Gay; los religiosos Adolfo Nicolás, Jesús Díaz y Javier Álvarez-Ossorio; así como otros obispos de origen español: José Luis Lacunza Maestrojuan (obispo de David, Panamá), Antonio Arregui (arzobispo de Guayaquil, Ecuador) y Braulio Sáez García (obispo auxiliar de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia).

 

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