Libros

‘Teología pastoral. Lo vio y no pasó de largo’


Una obra de Luciano Sandrin (Sal Terrae). La recensión es de Antonio Ávila

Teología pastoral lo vio y no pasó de largo, libro de Sal Terrae

Título: Teología pastoral. Lo vio y no pasó de largo

Autor: Luciano Sandrin

Editorial: Sal Terrae

Ciudad: Madrid, 2015

Páginas: 248

ANTONIO ÁVILA | El libro del profesor Luciano Sandrin es de esas obras que pueden considerarse sólidas y bien fundamentadas. No hay más que consultar la bibliografía que utiliza. Su contenido recoge el buen hacer de toda una vida dedicada a la reflexión sobre la humanización de la salud y a la docencia. El objetivo que pretende, como señala su autor, es “despertar la atención a lo esencial sobre la Teología pastoral o práctica, que es una verdadera y propia disciplina teológica” (p. 16). A esta fundamentación dedica el capítulo tercero.

Pero, dicho todo esto, no debemos caer en el error de pensar que nos encontramos ante un manual de Teología pastoral propiamente dicho, útil exclusivamente para los estudiantes de esta materia, ni ante un libro de difícil lectura, sino que esta tiene un tono mucho más sencillo y cercano que el que permite un manual académico. De una parte, como anteriormente decía, es un libro muy bien fundamentado, pero de otra, su lectura es fácil. El texto es fluido, casi podríamos decir coloquial. Da la sensación de que estamos estableciendo un diálogo directo con el autor, que nos presenta su reflexión madurada en la docencia, pero también en la acción pastoral y en el ejercicio de la vida cristiana.

Su lectura no solo orienta nuestra acción pastoral, sino que alimenta nuestra vida espiritual, porque incide muy directamente en las motivaciones evangélicas en las que se alimenta nuestro ser y estar, así como nuestra forma y estilo de actuar.

En la órbita camiliana

El texto, como nos avisa el subtítulo de la obra (Lo vio y no pasó de largo), hace referencia a la dimensión samaritana de la fe. Actitud que pone a la comunidad cristiana al servicio de los más débiles, que en este caso son principalmente los enfermos, al estar situada tanto el autor como la obra en la órbita camiliana. Pero en su desarrollo no se sirve únicamente de esta imagen evangélica, sino que en su propuesta utiliza otras igualmente sugerentes, como “remar mar adentro” o la referencia a los discípulos de Emaús. Esta última tan útil y querida a la hora de presentar los procesos de acompañamiento pastoral.

Y se sirve también de otras imágenes tomadas del papa Francisco, como las referidas a “la alegría del Evangelio” o la “Iglesia como hospital de campaña”. Así, el profesor Sandrin manifiesta una gran sintonía con la propuesta de la Evangelii gaudium, que sitúa a la Iglesia en salida hacia las periferias existenciales. Pero lejos de ser un libro oportunista, de última hora, son páginas que recogen y sintetizan aportaciones anteriores del pensamiento del autor largamente maduradas, como ocurre, por ejemplo, en el capítulo noveno, referido al perdón, en el que realiza un fino y bien fundamentado análisis psicológico y una seria propuesta pastoral.

A modo de conclusión, creo que su lectura es muy recomendable y será de provecho, tanto para aquellos que buscan un acercamiento a las propuestas pastorales en el mundo de la salud como para los que desarrollan cualquier tipo de tarea pastoral.

En el nº 2.957 de Vida Nueva

Actualizado
25/09/2015 | 00:28
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