El papa Francisco elogia el “esfuerzo” de la Iglesia cubana en Holguín

Ha sido el primer Pontífice en visitar esta ciudad

Francisco, durante la Santa Misa en la Plaza de la Revolución Calixto García Íñiguez de Holguín

Francisco, durante la Santa Misa en la Plaza de la Revolución Calixto García Íñiguez de Holguín

ANTONIO PELAYO, enviado especial a CUBA | Los habitantes de Holguín llevaban muy a mal que, siendo la suya la tercera ciudad del país por número de habitantes (millón y medio) y capital de la música y la danza nacionales, no hubiese sido aún visitada por los papas. A partir de ahora ya no podrán quejarse, puesto que Francisco ha incluido Holguín en su breve itinerario por el territorio de la mayor entre las islas de las Antillas.

Bien es verdad que se trata de una visita muy veloz, de sólo siete horas, pero han bastado para permitir que los holguineros le hayan agradecido su presencia como saben hacerlo.

La misa ha tenido lugar en la Plaza de la Revolución Calixto García Íñiguez un patriota que luchó sin tregua para librar a Cuba del dominio español. En su homilía, ha glosado la figura de San Mateo (era su festividad litúrgica) al que tanto admira gracias al admirable cuadro de Caravaggio La conversión de Mateo que contemplaba siempre que venía a Roma.

“Mateo- ha dicho el Papa- era un publicano, uno de esos publicanos mal vistos e incluso considerados pecadores. Eran traidores para el pueblo; le sacaban dinero a su pueblo para dárselo a otros… Jesús se detuvo, no pasó de largo precipitadamente, lo miró sin prisa, con paz. Lo miró con ojos de misericordia; lo miró como nadie antes le había mirado… después de mirarlo con misericordia el Señor le dijo: ”Sígueme”. Y él se levantó y le siguió… tras el amor, la misión”.

Sé con qué esfuerzo y sacrificio la Iglesia en Cuba trabaja para llevar a todos, aun en los sitios más apartados, la palabra y la presencia de Cristo. Una mención especial merecen las llamadas casas de misión que, ante la escasez de templos y de sacerdotes, permiten a tantas personas poder tener un espacio de oración, de escucha de la Palabra, de catequesis y vida de comunidad” ha afirmado Francisco, elogiando el papel de la Iglesia cubana.

Finalmente, ha concluido la Santa Misa encomendándose a la patrona del país, la Virgen de la Caridad del Cobre, “a quien Cuba acogió en sus brazos y le abrió sus puertas para siempre, para que mantenga sobre todos y cada uno de los hijos de esta noble nación su mirada maternal”.

Continúa el viaje papal

Después de la misa y de un almuerzo en el obispado con Monseñor Aranguren Etcheverría, el Papa se trasladará a la “Loma de la Cruz” una colina coronada por una cruz desde la que bendecirá a la ciudad. Abandonará esta poco antes de las cinco para llegar con un vuelo de tres cuartos de hora a Santiago de Cuba última etapa de su visita a Cuba.

¿El posible sucesor del cardenal Ortega?

Monseñor Emilio Aranguren Etcheverría, a pesar de apellidos tan vascos, nació en Santa Clara (Cuba) hace 65 años. Él es uno al quien los rumores señalan como posible sucesor del cardenal Jaime Ortega y Alamino, que cumplirá 79 años en octubre.

Monseñor Emilio es un obispo abierto; me lo encuentro en la casa de las Religiosas de María Inmaculada (la congregación fundada por Vicenta María López y Vicuña), que acaban de celebrar el primer centenario de su llegada a Cuba, donde han permanecido cien años, incluidos los más duros después de la Revolución.

Le pregunto por su posible “ascenso” a La Habana y me responde con absoluta normalidad: “Mire, Antonio, la sucesión del cardenal es una cuestión de álgebra. Los obispos cubanos somos doce; de ellos dos han cumplido ya 75 años; otros dos han superado los 70; uno es español, por lo tanto poco probable como sucesor de Ortega. Quedamos, pues, seis, salvo que el Papa decida nombrar un outsider. Por lo tanto, puedo decirle que tengo un 15% de posibilidades de ser yo el escogido. Y es algo que no me quita el sueño”.

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