Los obispos franceses denuncian un nuevo abuso contra los cristianos palestinos

Son expulsados por las autoridades israelíes del Valle de Cremisán

Valle de Cremisán

Valle de Cremisán

J. L. C. | “No podemos resignarnos a ver a los cristianos expulsados de Palestina”. Así de rotunda se muestra la Conferencia Episcopal de Francia (CEF) al referirse a la expropiación de tierras palestinas por parte de las autoridades israelíes en el Valle de Cremisán, cerca de Belén, para proseguir la construcción del polémico muro de separación en la zona (Vida Nueva, nº 2.950).

En un comunicado –con fecha 7 de septiembre y firma del obispo de Evry y presidente del Consejo de Relaciones Interreligiosas del Episcopado, Michel Dubost–, los prelados piden al Gobierno de su país y a las comunidades judías que actúen para detener una obra que propiciará la “anexión de 500 hectáreas de tierra palestina”. “En ningún caso se trata de seguridad –denuncian–, porque ya existe un muro entre Belén y Jerusalén”.

Los pastores recuerdan que la Corte Internacional de Justicia requirió a Israel que desistiera en su intención de levantar un muro que viola la IV Convención de Ginebra, y subrayan que el propio Tribunal Supremo de Israel ya había solicitado al Ministerio de Defensa suspender los trabajos (VN, nº 2.937).

“Modificar algunos metros su trazado no justifica reanudar su construcción. ¡Es hora de despertar las conciencias! Es hora de que los dos pueblos, palestino e israelí, recuperen la esperanza. Y esto exige, por ambas partes, justicia y equidad”, clama la nota episcopal. “Somos de los que se alegran de que el pueblo judío encuentre la Tierra Prometida, y estamos entre los que reclaman que, sobre esta tierra, pueda beneficiarse de la paz y la seguridad”, recuerdan los obispos galos, aunque advierten que su solidaridad implica “justicia para todos”.

Las palabras de la CEF vienen a sumarse a los pronunciamientos en el mismo sentido de la Conferencia de Obispos Católicos de Canadá, de los episcopados del África Austral y de la Conferencia Episcopal Estadounidense, que se ha dirigido al secretario de Estado, John Kerry, solicitando su intervención para tratar de salvar a las 58 familias palestinas que muy pronto no podrán acceder a sus tierras.

Israel, sin embargo, ha hecho caso omiso a todos estos llamamientos y, el pasado mes de agosto, regresó al Valle de Cremisán con sus excavadoras. El día 17, una de ellas, bajo protección del ejército, procedió a arrancar medio centenar de olivos milenarios. “Confiscando estas tierras se confisca el pasado de estas familias y el futuro de las próximas generaciones”, se lamentan sus gentes.

En el nº 2.955 de Vida Nueva.

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