Myriam Cortés, primera rectora de la Universidad Pontificia de Salamanca

Sustituye a Ángel Galindo después de que el moralista haya agotado su mandato

Myriam Cortés, primera rectora de la Pontificia de Salamanca

Myriam Cortés, primera rectora de la Pontificia de Salamanca [extracto]

M. GONZÁLEZ ALONSO | Myriam Cortés Diéguez es, desde el 1 de septiembre, la nueva rectora magnífica de la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA). Solo el hecho de que se produzca este nombramiento ya ha dado una serie de datos inéditos en la institución salmantina: es la primera mujer rectora magnífica en Salamanca; es la primera vez que este cargo es ostentado por un laico —casada, con cuatro hijos—; es la segunda mujer del mundo en ser nombrada rectora de una universidad pontificia y la primera seglar de entre todas las universidades papales; es la rectora número quince de la UPSA y la quinta procedente de la Facultad de Derecho Canónico… Ella será la encargada de acoger con el cardenal Blázquez el acto principal del 75º aniversario de la restauración de la Universidad Pontificia el próximo 25 de septiembre.

La profesora Cortés sucede en el cargo al catedrático de Teología Moral Ángel Galindo, nombrado en 2011 y que concluía su primer –y único– mandato de cuatro años. Aunque los estatutos no limitan el número de mandatos de un rector, la prensa local dio hecha la sucesión desde el comienzo del verano. El propio Galindo será el encargado, previsiblemente, de realizar el discurso como rector saliente el próximo 16 de septiembre, en el acto en el que Cortés recibirá la muceta, el birrete y el bastón de rectora. Ese día se harán públicos los nombres de los nuevos vicerrectores.

La comunicación, por parte de Carlos López, obispo de Salamanca y gran canciller de la Universidad, es la conclusión de un proceso que ha comprendido numerosas consultas internas; la designación por parte de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal a partir de la terna de candidatos presentada por el propio López; y el nombramiento propiamente dicho por parte de la congregación vaticana para la Educación Católica.

En su presentación a la comunidad educativa, López explicó que el nombramiento está “basado en la confianza surgida de su reconocida labor profesional al servicio de la Iglesia y de la Universidad”. Y es que méritos profesionales no le faltan a la profesora orensana, que es, desde 2008, catedrática de Derecho Eclesiástico del Estado de la Facultad de Derecho Canónico, en la que ella misma fue estudiante tras haberse licenciado en Derecho en la Universidad de Santiago de Compostela. En la UPSA ha sido decana entre 2004 y 2010; también fue secretaria general de la institución durante siete meses, hasta su dimisión en 2012. “La idea de gestión de la institución no iba ni con mi carácter ni con mi visión”, dijo entonces.

Experiencia en medios

Cortés ha sido directora de la Revista Española de Derecho Canónico y forma parte de la comisión asesora de la Junta de Asuntos Jurídicos de la Conferencia Episcopal, organismo presido desde 2002 por el obispo de Salamanca. Entre sus publicaciones, destaca su participación en los comentarios de los Códigos de Derecho Canónico hechos por los profesores de la UPSA para la BAC.

En su primer encuentro con la prensa, la nueva rectora ha compartido algunos de los posibles objetivos futuros de la institución, como son mantener el “reconocimiento internacional”, tender la mano a la universidad pública y potenciar la “excelencia académica”. “La Universidad Pontificia que hay, a mí me gusta. Es una universidad donde el alumno es lo primero, y esa es su gran responsabilidad”, sentencia, a la vez que apunta que ese es el humanismo cristiano que pide el ideario de la Universidad. Puestos a “soñar”, le gustaría una Facultad de Medicina en el campus de Madrid.

Asegura que ya ha mantenido breves encuentros con distintos miembros de la comunidad universitaria, pues entiende que su primer cometido es conocer toda la realidad. Ha expresado, asimismo, las “muestras de apoyo y afecto” que le han dispensado y se muestra muy agradecida por la confianza depositada en ella en este nombramiento, que asegura que le ha supuesto una “sorpresa”; aunque no por ser mujer, pues fue la primera decana de Derecho Canónico en el mundo.

En el nº 2.954 de Vida Nueva.

 

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