Valdir José de Castro: “Si san Pablo viviera hoy, sería periodista”

Valdir José de Castro, superior general de los Paulinos

Superior general de la Sociedad de San Pablo

Valdir José de Castro, superior general de los Paulinos

Entrevista con Valdir José de Castro [extracto]

Texto y fotos: DARÍO MENOR | El brasileño Valdir José de Castro fue elegido el pasado mes de febrero superior general de la Sociedad de San Pablo (paulinos) en el capítulo general extraordinario convocado tras el fallecimiento repentino de su antecesor, Silvio Sassi. Experto en comunicación, considera que Francisco es un “gran comunicador” porque hay coherencia entre su discurso, su vida y sus decisiones.

PREGUNTA.- Es usted el primer no italiano que se convierte en sucesor del beato Giacomo Alberione como superior general de la Sociedad de San Pablo…

RESPUESTA.- Vine a Roma en enero para participar en el capítulo general como provincial de Brasil con la idea de volver luego a mi país, donde además de provincial era director de la Facultad de Tecnología y Comunicación Paulus. Hicimos un camino durante el capítulo general y los capitulares me eligieron en la segunda votación. Acepté porque sentí la fuerza y la presencia de esta petición de la congregación. Y aquí estoy.

P.- Han ido a buscar a su superior hasta “el fin del mundo”, como hicieron los cardenales con el papa Francisco…

R.- Exacto. No tengo una explicación del porqué. Hasta ahora habían sido siempre italianos los superiores generales. Tal vez la congregación ya está preparada para una persona de fuera. Es interesante que el primer no italiano venga de la primera provincia a la que llegaron los paulinos fuera de Italia.

P.- ¿Qué supone para usted suceder al fundador precisamente ahora que se celebra un siglo del nacimiento del instituto?

R.- Primero hay que ver cómo se ha producido este suceso: ha llegado un nuevo sucesor por la muerte de nuestro anterior general, Silvio Sassi, quien falleció en septiembre de 2013. Celebramos un capítulo extraordinario, pues debía tener lugar en 2016. Está la coincidencia de que se celebre 100 años después de la fundación y de que, tras este tiempo, el capítulo general llame a una persona de fuera de Italia. Son todas coincidencias en las que podemos ver la mano de Dios. Esta elección de alguien de fuera muestra la universalidad de la congregación: nació en Italia y fueron italianos quienes la hicieron crecer por los cinco continentes, iniciando la obra paulina en muchas naciones. Italia es una provincia significativa dentro del contexto de la congregación, que es hoy internacional. Hemos sentido en este capítulo ese nivel de madurez.Valdir José de Castro, superior general de los Paulinos

P.- ¿Cuántos miembros tiene hoy la Sociedad de San Pablo?

R.- Somos 960 miembros en 17 circunscripciones. La cifra ha disminuido algo en los últimos años, porque muchos tienen una edad avanzada. Las nuevas vocaciones, como en todas las congregaciones, son escasas. Nunca tendremos un número de vocaciones como ocurría en tiempos del fundador. Aún tenemos a muchos paulinos que son del tiempo del fundador. Ahora tenemos vocaciones en América Latina, África y Asia. En Europa y Estados Unidos hay menos. La presencia fuera de Italia es hoy significativa. La edad media es de 58 años.

Retos para los próximos años

P.- ¿Cuáles son las líneas principales marcadas en el capítulo general para los próximos seis años?

R.- El tema del capítulo ha sido un fragmento de la carta de san Pablo a los corintios: “Hago todo por el Evangelio”. Lo hemos tomado como una iluminación. Vino el abad de la basílica de San Pablo para ayudarnos a ver cómo iluminar nuestra vida, nuestra situación apostólica y comunitaria a la luz de este versículo. El capítulo se ha desarrollado sobre cómo hacer todo por el Evangelio. En las reflexiones vimos que los paulinos estamos llamados a anunciar el Evangelio con los medios de comunicación. Pero no solo somos quienes utilizan los medios; estamos también llamados a ser comunicadores como personas. Cuando hablamos de hacer todo por el Evangelio se empieza por nosotros mismos. Nos iluminó mucho la Evangelii gaudium para ver cómo vivir el Evangelio hoy, cómo anunciarlo, cómo es la alegría de evangelizar. Para nosotros, paulinos, debe ser dentro de la cultura de la comunicación. Esta empieza en cada uno. Debemos ser hombres que evangelizan a través de los diversos lenguajes de la comunicación.

P.- ¿Cómo cree que el beato Alberione viviría los nuevos medios de comunicar? ¿Se lo imagina evangelizando a través de Twitter o de Facebook? ¿Cómo desarrollaría su carisma en la cultura contemporánea?

R.- Santiago Alberione era un hombre cuya mente iba por delante de su tiempo. Anticipó algunos de los conceptos que llegarían luego con el decreto Inter Mirifica del Concilio Vaticano II. No fue el primero en evangelizar con la prensa, pues otras instituciones ya lo hacían, pero entendió que había que crear una organización con religiosos no solo para evangelizar con la comunicación, sino teniendo, además, un estilo de vida paulino. San Pablo es el que da el espíritu a la congregación. Alberione decía que si san Pablo viviera hoy, sería periodista. Empezó la Sociedad de San Pablo y las Hijas de San Pablo con la idea de que fueran religiosos que viven en comunidad y trabajan con la comunicación. Al inicio, él pensaba en la prensa. Luego pensó en la radio, en la televisión y en el cine. Siempre iba por delante para aprovechar todos los medios que la ciencia estaba inventando. Es evidente que hoy estaría presente en el universo de Internet. Daba gran valor a los medios de comunicación, porque consideraba que es tan válida la predicación dentro de un templo como la que hacemos a través de los medios. La gran diferencia es que en el templo las personas van a la Iglesia, mientras que con los medios somos nosotros los que vamos buscando a las personas, entramos en sus casas y en sus vidas. Alberione tenía la idea de ir allá donde se encontraran las personas. Por eso, a los paulinos nos gusta mucho la expresión de que hay que ir en búsqueda de los alejados. Muchas congregaciones lo hacen hoy, pero para nosotros es parte de nuestro carisma, no es un apéndice.

“Francisco es un gran comunicador porque crea comunión”

“Un buen comunicador no es solo el que sabe hablar bien, sino el que comunica un contenido y es coherente con lo que dice. De ahí viene el hecho de que Francisco sea un gran comunicador: hay una gran coherencia entre su discurso, la vida y las decisiones que toma”, sostiene el nuevo superior general de los paulinos, aunque introduce un matiz: “Pero él no es un comunicador de medios, sino de personas, lo que repercute a su vez en los medios. Juan Pablo II también comunicaba muy bien, pero tenía otra forma de hablar a la masa. Cuando Francisco comunica parece que está hablando con cada persona. El Papa no es espectacular, comunica con sencillez, valorando a las personas sencillas. Incluso cuando habla con un grupo grande parece que habla con cada uno.

Valdir José de Castro conoció a Jorge Mario Bergoglio en Argentina y participó en algunas celebraciones presididas por él. Ya entonces admiraba su manera de hablar: “Sus homilías eran cortas, prácticas, en un tono normal, sin gritar. Me gustaba escucharlo, como ocurre hoy. Él no hace discursos. No es un comunicador tipo de la sociedad del espectáculo, sino más propio del estilo del apóstol Pablo. En sus cartas se dice que no tenía retórica y que temblaba. A veces tenemos la idea de Pablo como gran comunicador, pero su idea de comunicación está en el contenido, en la coherencia, en la creación de comunión. No trabajaba solo, siempre tenía colaboradores y amigos aquí y allá, formando una red. Tenía capacidad para trabajar con otras personas. Cuando escribía no era como si fuera una doctrina: visitaba una comunidad, luego volvía y escribía exhortando en algún sentido. Escribía porque sabía que así la gente podía intercambiar sus cartas con otros. Pero no era un comunicador de laboratorio: quería estar en medio de la gente. Y cuando estaba en la prisión, escribía. Así llegaba a la gente. Veo al Papa también así: las cosas que dice y escribe parten de la experiencia concreta, pastoral. Cuando llama a un enfermo crea comunión y relación. En este sentido, es un grandísimo comunicador, partiendo del contacto con las personas. Un buen comunicador no es solo un gran consumidor de aparatos, sino quien crea comunión y se pone en posición de escucha, de intercambio”.

En el nº 2.953 de Vida Nueva.

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