La HOAC reivindica una organización del trabajo “más humana”

La XIII Asamblea General, celebrada en Segovia, apuesta por reforzar su presencia en las periferias del mundo obrero

Una familia trabajadora participa en una de las celebraciones de la asamblea

Una familia trabajadora participa en una de las celebraciones de la asamblea

JOSÉ LUIS PALACIOS (SEGOVIA) | Un millar de personas de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) han vivido cuatro días de deliberación y convivencia en su XIII Asamblea General, celebrada en Segovia del 13 al 16 de agosto. Los documentos analizados esos días estaban marcados por la precarización y deshumanización del trabajo, las tensiones sociales, el impulso evangelizador de Francisco y la interpelación que los obispos españoles lanzaron en Iglesia, servidora de los pobres.

Conocedores de la situación de tantas familias en paro con las que se cruzan en sus barrios, de la incertidumbre que pesa sobre muchos de sus compañeros de trabajo, de las tensiones políticas que amenazan la convivencia, pero también de la esperanza abierta por el pontificado de Jorge Mario Bergoglio, los miembros de la HOAC han reforzado su presencia y su acción como Iglesia enviada a iluminar las realidades más sufrientes de los ambientes populares y las clases trabajadoras más depauperadas. No en vano, el lema bajo el que se desarrolló la asamblea no era otro que Construyendo Iglesia en las periferias del mundo obrero.

La asamblea acordó reforzar la formación y el cultivo de la espiritualidad de los militantes, intensificar la identidad eclesial en la Acción Católica y la Pastoral Obrera, ahondar en la estrategia de incidencia pública sumándose, entre otros aspectos, a la celebración del Día Internacional por el Trabajo Decente cada 7 de octubre, así como perseverar en la extensión de la HOAC para llegar cada vez a más gente necesitada.

En las conclusiones finales –según reza el comunicado donde se recoge el fruto de las deliberaciones–, la HOAC apuesta por “seguir dando pasos para convertirnos a Jesús y ser Iglesia, Acción Católica encarnada en el mundo obrero y del trabajo”. Para ello, se propone seguir avanzado en “vivir la comunión de bienes, vida y acción con las personas empobrecidas” a través del acompañamiento personal, el apoyo a un cambio de mentalidad más acorde con la vocación plenamente humana, la colaboración al cambio institucional donde se atienda las necesidades personales y el apoyo a la construcción de alternativas de otra forma de ser y trabajar.

Apoyo a los inmigrantes

La asamblea, por primera vez, ha aprobado cuatro resoluciones sobre asuntos de gran actualidad, como la situación de los inmigrantes en los centros de internamiento, la defensa de una renta que garantice las necesidades mínimas de quienes carecen de recursos, la promoción de una Europa de los trabajadores libre del dominio de las finanzas y la extensión de la igualdad efectiva entre hombres y mujeres.

Acompañados… y apoyados por los obispos

Al encuentro asistieron también el presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, y el obispo responsable de la Acción Católica Española, Carlos M. Escribano, quienes presidieron la eucaristía inaugural previa a los trabajos y animaron a los presentes a mantener su celo evangélico y vinculación a la Iglesia. También Antonio Algora, obispo responsable de la Pastoral Obrera, compartió los trabajos de los asambleístas, además de celebrar la misa en la catedral de Segovia, en el transcurso de la cual recibió un sentido homenaje por su empeño en trasladar las preocupaciones del mundo obrero al seno de la Iglesia española y transmitir la Buena Nueva entre las clases trabajadoras. 

Los obispos de Bilbao, Mario Iceta, y de Coria-Cáceres, Francisco Cerro, también pasaron por la asamblea puntualmente para animar, especialmente, a sus diocesanos en la tarea encomendada. En otros momentos, se hicieron presentes representantes de los movimientos de la federación de Acción Católica, del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos Cristianos, así como de otras entidades eclesiales. Por su parte, los tres sindicatos mayoritarios enviaron cartas de salutación y ánimo.

En el nº 2.953 de Vida Nueva.

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