Crónica final del viaje de Francisco a América del Sur
DARÍO MENOR, enviado especial al viaje apostólico | Tal vez todavía sea necesario que pase algo de tiempo para que se decanten las palabras y gestos que ha tenido el papa Francisco durante su estancia en Bolivia y Paraguay, y poder así realizar un balance completo del viaje, pero sí que pueden extraerse ya algunas conclusiones. Francisco llegó a los dos últimos países de su gira por América Latina para tratar de impulsar una solución a algunos de sus grandes problemas, como la corrupción, el chantaje, las desigualdades sociales, la falta de unidad o la exclusión de amplias franjas de su población.
- La revolución social de Francisco en Ecuador
- Los discursos íntegros de Francisco en América Latina
- Las 40 frases del Papa en Ecuador, Bolivia y Paraguay
- Las mejores imágenes del viaje
- ESPECIAL: Todo sobre el viaje del papa Francisco a Ecuador, Bolivia y Paraguay
También puso el dedo en la llaga sobre uno de los conflictos enquistados de la región: la pugna que mantienen Chile y Bolivia por la ambición del Gobierno de La Paz de recuperar su salida al mar.
Otra observación significativa es que, aunque la Iglesia católica está perdiendo terreno en el continente por el auge de las comunidades evangélicas, la población siente una afección enorme por Jorge Mario Bergoglio, que volvió a Roma el lunes 13 de julio convertido en el “Papa de los pobres”, como lo bautizó tanto el presidente boliviano, Evo Morales, como muchos de los fieles que lo jalearon por las calles de La Paz, Santa Cruz y Asunción.
Una vez encarrilada la reforma de la Iglesia con las sucesivas reuniones del Consejo de cardenales, el grupo de nueve purpurados que le ayuda en la reorganización de la Curia romana y en el gobierno de la comunidad eclesiástica (conocido como C-9), el Papa llegaba a América Latina con la voluntad de afrontar los problemas globales que sufre la región. Los trató en dos eventos de fuerte contenido político, en los que expuso a grandes líneas cuáles son, a su juicio, algunos de los males que amenazan a la sociedad.
El primero de ellos fue el discurso que realizó durante el Encuentro Mundial de Movimientos Populares, que se celebró el 9 de julio en Santa Cruz de la Sierra, la capital económica de Bolivia. El segundo, su alocución durante el encuentro con representantes de la sociedad civil paraguaya en Asunción, el sábado 11 de julio.
En ambos, Bergoglio se mostró preocupado por afrontar “con gran valentía y claridad” los desafíos del mundo contemporáneo, como explicó el portavoz vaticano, el jesuita Federico Lombardi: “Se está viendo a un Papa con una autoridad muy grande y una enorme capacidad para hablar a un nivel superior. Lo que dice no puede ser visto solo desde una perspectiva limitada. Propone criterios con gran equilibrio que son válidos para todos”.
PDF con todos los contenidos del A fondo, solo para suscriptores
En el nº 2.950 de Vida Nueva
ESPECIAL: Todo sobre el viaje del Papa a Ecuador, Bolivia y Paraguay
