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‘Una historia de amor. Seguir a Jesús en la Vida Consagrada hoy’


Un libro del cardenal João Braz de Aviz con Michele Zanzucchi (Verbo Divino/Efarantzazu). La recensión es de Rosa Carbonell, RSCJ

Una historia de amor. Seguir a Jesús en la Vida Consagrada hoy, Verbo Divino

Título: Una historia de amor. Seguir a Jesús en la Vida Consagrada hoy

Coordinador: Joxe Mari Arregui Guridi

Editorial: Verbo Divino/Efarantzazu

Ciudad: Estella/Vitoria, 2015

Páginas: 224

ROSA CARBONELL, RSCJ | Distintos acentos, pero una misma perspectiva. Quizás estas palabras podrían expresar la impresión recibida tras una primera lectura de Una historia de Amor. Seguir a Jesús en la Vida Consagrada hoy, publicado conjuntamente por la editorial Verbo Divino y Arantzazu Ediciones Franciscanas (Efarantzazu), y coordinado por Joxe Mari Arregi Guridi.

Distintos acentos, porque distintos son los temas de la Vida Consagrada que constituyen su contenido, pero todos tratados desde la misma experiencia entusiasmada de quien ha sido encontrado por el Señor Jesús en su personal camino de Damasco, y lleva ya muchos años viviendo, estudiando y reflexionando sobre esta forma de “ser en la Iglesia” que constituye la Vida Consagrada.

Los autores son –además del coordinador, que, a su vez, hace una extensa presentación de la obra– otros siete teólogos: cinco varones y dos mujeres. Cada uno de ellos presenta su reflexión, ciñéndose sin duda al tema encomendado, sobre algunos irrenunciables y específicos de la Vida Consagrada, empezando por la importancia que tuvo el Vaticano II en la actual configuración de esta forma de vida. Ya en la presentación, Joxe Mari Arregui deja claro “de qué va”: el principal protagonista de esta historia de amor es quien amó primero y continúa haciendo posible, por su Espíritu, que algunos hombres y mujeres de nuestro tiempo se empeñen en una forma de vida que sigue suscitando interrogantes y hasta actitudes más o menos veladas de rechazo.

Comienza el libro con un relato: la historia de la comprensión de la Vida Consagrada durante el Concilio y los 50 años siguientes, a cargo del franciscano José Rodríguez Carballo, actual secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica. Partiendo de los documentos del Concilio, y en el contexto del Año de la Vida Consagrada, a la que Francisco ha querido dedicar este 2015, como una forma de destacar el cincuentenario de la clausura del Vaticano II.

Son unas páginas, en opinión de quien esto escribe, de hondura teológica, que sitúan la Vida Consagrada en el misterio de Cristo y de la Iglesia, y que presentan los desafíos que siguen siendo vitales para su presente y su futuro: la vuelta a lo esencial, la adaptación a las necesidades de la Iglesia y del mundo, el discernimiento de los tiempos y los lugares, la identidad carismática, la vida en comunidad y la pregunta irrenunciable por el futuro.

Le sigue Carmen Soto Varela, sierva de San José, quien, desde el texto bíblico, se aproxima a distintas formas de seguimiento de Jesús, y que titula su aportación ‘Ser discípulo o discípula de Jesús hoy en la Vida Religiosa’: páginas muy bien fundamentadas, pero de difícil lectura debido al exceso de especificación de los dos géneros (religiosos y religiosas, hombres y mujeres, todos y todas, etc.). Además, la autora utiliza una profusión de sustantivos y adjetivos cuya ortografía no reconoce el Diccionario de la lengua española (desinstalados/as, atentos/as…); algo que, para quien esto escribe (mujer y licenciada en Teología y en Filología) resulta ciertamente cansino. No viene mal recordar de vez en cuando que los seguidores de Jesús, desde la primera hora y hasta hoy, no han sido solo varones, pero no es necesario decirlo hasta nueve veces en una página…

Una meditación sobre los votos constituye el contenido del artículo del dominico Felicísimo Martínez, que recorre lo que podríamos llamar “tesis-antítesis-síntesis” en la manera de vivir la pobreza, la castidad celibataria y la obediencia: desde la aproximación moral, ascética y disciplinar anterior al Vaticano II, a la recuperación y las nuevas perspectivas de los mismos, una vez superada –en su opinión– una etapa de liberalización y silencio sobre los mismos. Es interesante su insistencia en la dimensión comunitaria, que no se limita a la propia casa ni a la propia congregación, sino que abarca la gran comunidad humana, y la mención del gran potencial contracultural de esta forma de vida.

A continuación, José Cristo Rey García Paredes, claretiano, autor de innumerables publicaciones, centra su estudio en el tema de la misión como consustancial a la Vida Consagrada. Partiendo del hecho de que estamos en otro tiempo, fundamenta la dimensión misionera a partir de la missio Dei y, desde ahí, insiste en la vinculación comunidad-misión, teniendo siempre presente la pertenencia eclesial y los acentos más específicos de la nueva evangelización.

Precioso trabajo el de Patricia Noya, carmelita descalza, que le sigue. Desde la experiencia, de una forma enormemente poética y apoyándose en citas buscadas con sumo cuidado y enormemente iluminadoras, toca, de una manera muy vivencial, las dimensiones de la vida contemplativa a la que todos somos llamados y que los contemplativos nos recuerdan con su vida: contemplación, unificación interior, gratuidad, soledad, Eucaristía. Unas páginas que destilan a la vez realismo y poesía…

Finalmente, Heinz Kulüke, superior general de los Misioneros del Verbo Divino, plantea el tema del futuro. Este pasa por dar la prioridad a Dios y a su iniciativa, lo cual implica “pasar de lo que nosotros queremos hacer a lo que Dios quiere que hagamos (…) y pasar de lo que yo quiero hacer a lo que debería hacer para cumplir la voluntad de Dios”. Y termina con una frase que lleva en sí más enjundia de la que parece: “El futuro de la Vida Religiosa depende también de cómo viva la Vida Religiosa su futuro”…

En resumen, un libro que puede ayudar a celebrar la vida, y la Vida Consagrada, en este año dedicado a ella.

En el nº 2.945 de Vida Nueva.

Actualizado
12/06/2015 | 03:53
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