Francisco en Sarajevo: “No olvidéis vuestra historia, pero tenéis que hacer la paz”

El Papa deja en Bosnia una llamada al diálogo y la unidad

papa Francisco saluda a los fieles a su llegada a la catedral católica de Sarajevo 6 junio 2015

Cientos de personas esperaban al Papa a las puertas de la catedral católica

ANTONIO PELAYO, enviado especial a SARAJEVO | El viaje del Papa a Sarajevo, el sábado 6 de junio, ha concluido después de cinco actos principales en el programa que le han llevado a reunirse con los líderes políticos y religiosos, así como con más de 50.000 personas en el estadio Kosevo. El último discurso de Francisco tuvo como auditorio a varios centenares de jóvenes de etnias y religiones diversas. Un discurso improvisado respondiendo a las preguntas que se le han hecho, palabras salidas del corazón.

Fraternidad, unión, todos somos hermanos, todos adoramos a un único Dios, perdón, reconciliación. Vosotros sois la primera generación después de la última guerra, tenéis que construir la paz; esa tiene que ser vuestra vocación; espero que seáis honestos; sois las flores de una primavera que no quiere que se vuelva a la destrucción. No queráis haceros enemigos los unos de los otros, tenéis que caminar juntos. No construyáis nuevos muros, sino puentes para comunicaros entre vosotros.

Estas han sido las ideas centrales que Bergoglio ha querido transmitir a sus jóvenes oyentes, que le aplaudieron y abrazaron como a un padre, a un maestro de vida.

Con el cardenal Vinko Puljic

“El diálogo ayuda a construir sociedad”

Poco antes, el Papa de Roma había mantenido un intercambio de experiencias y de vivencias con los líderes de las más importantes religiones que conviven en Bosnia-Herzegovina: los musulmanes, los ortodoxos y los judíos.

Y también a ellos les ha recordado que el hecho de “estar aquí es ya un mensaje de ese diálogo que todos buscamos y por el que estamos trabajando”.

“El diálogo –les ha dicho– es una escuela de humanidad y un factor de unidad que ayuda a construir una sociedad fundada en la tolerancia y el respeto mutuo (…). La diversidad no representa una amenaza, sino una riqueza y una oportunidad para crecer juntos (…) Al hacer la justa memoria del pasado, también para aprender las lecciones de la historia, evitemos los reproches y recriminaciones; más bien dejémonos purificar por Dios, que nos da el presente y el futuro”.

Comentando estas palabras con el matrimonio formado por Milena, católica practicante, y su esposo Ognjen Levi, de religión judía, ambos coincidían en señalarme que esas palabras papales eran las que necesitan oír todos los habitantes de este país, especialmente –me señalaban– los políticos, que parecen querer permanecer anclados en un pasado hecho de enfrentamientos brutales como fueron los de la última guerra.

papa Francisco en la catedral católica de Sarajevo viaje 6 junio 2015

Encuentro con obispos, sacerdotes, seminaristas y religiosos en la catedral

“Quien no sabe perdonar, no vive como Cristo”

El primer acto de la tarde tuvo lugar en la modesta catedral católica de Sarajevo, llena hasta rebosar por sacerdotes, obispos, religiosos, religiosas y seminaristas. Abrieron la sesión tres testimonios: un anciano sacerdote (reverendo Zvonimir), el franciscano fray Jozo y la religiosa sor Ljubica; historias de torturas, de campos de concentración, de privaciones, de humillaciones, de fe impresionante y de perdón.

Tampoco aquí Bergoglio quiso leer el discurso preparado. “Estos testimonios –insistió varias veces– son la memnoria de vuestro pueblo, de vuestros padres en la fe. No olvidéis vuestra historia, pero tenéis que hacer la paz, tenéis que amar como ellos amaron; no olvidéis a vuestros antepasados, que os han transmitido cómo se vive la fe. Uno que no sabe perdonar no vive como Cristo. Perdonar a quienes te torturan o amenazan con matarte, esto es lo difícil, pero ellos predicaron con lo que hicieron, que es lo que hay que hacer”.

Volveremos sobre esta intensísima jornada en la crónica que publicaremos en el próximo número de Vida Nueva. Pero nos urgía ofrecer a los lectores de la página web unas primeras impresiones contagiadas por esa emoción que se traslucía en el rostro de Francisco, verdadero “peregrino de paz y diálogo”, como quiso presentarse nada más pisar la tierra de Sarajevo, “la Jerusalén de Europa”.