"Que el Papa visite Sarajevo es un gran honor para nosotros"

Ultimados los detalles para la visita del sábado

merchandising tazas platos mecheros conmemorativos del viaje del papa Francisco a Sarajevo

ANTONIO PELAYO, enviado especial a SARAJEVO | Los dos periódicos más significativos de Bosnia-Herzegovina reflejan el clima que reina en Sarajevo horas antes de que llegue el papa Francisco para su histórica visita el sábado 6 de junio.

El Dnevni avaz, el más popular y más vendido, le dedica al acontecimiento una gran foto en la portada y varias páginas en el interior con encuestas, comentarios y “curiosidades”: la que mayor interés suscita en el rotativo es el papamóvil que será utilizado durante las doce horas que Bergoglio permanecerá en el país.

El Oslobodenje es un título histórico, puesto que, durante los duros años del asedio, siguió saliendo a la calle desde –podríamos decir– las catacumbas en las que había quedado reducida su sede por las bombas. En su primera página, informa de la inauguración de una estatua de Madre Teresa ante la catedral de la ciudad y dedica dos páginas interiores a la visita papal.

Buen ambiente en las calles

Las calles principales de Sarajevo han sido engaladas con carteles que anuncian la presencia del ilustre huésped y las gentes con las que hemos podido hablar muestran su satisfacción por la llegada del Obispo de Roma.

Mirsade Gadzo, que recuerda aún con emoción la llegada de Wojtyla en 1997, asegura a Vida Nueva: “Para los habitantes de esta ciudad, que el Papa nos visite es un gran honor, y nuestro deseo es que se cumplan sus deseos de paz, el bien más importante para nuestro país”.

El joven musulmán Ahmed nos muestra el billete que le permitirá ver al Papa cuando este acuda al Centro San Juan Pablo II, abierto por los padres franciscanos para favorecer la integración social de la juventud.

Cinco actos principales en el programa

Francisco tendrá un programa muy apretado. Están previstos cinco encuentros sucesivos:

el primero, con las autoridades del país en el Palacio Presidencial, donde saludará a los tres presidentes (un serbio, un croata y un bosnio);
la Misa en el estadio Kosevo, en la que se calcula que estarán presentes más de 50.000 personas;
un almuerzo con los seis obispos de Bosnia-Herzegovina y el séquito papal, del que forman parte los cardenales Jean-Louis Tauran y Kurt Koch, responsables de los organismos vaticanos responsables del diálogo interreligioso y ecuménico;
una entrevista con los líderes de las distintas religiones presentes en el país balcánico;
y un encuentro con los jóvenes, previo a su despedida en el aeropuerto, antes de emprender vuelo de regreso a Roma, adonde llegará pasadas las nueve de la noche.

Un diplomático que conoce bien la intrincada situación del país nos señala la importancia de todo cuanto haga y diga el Papa en Sarajevo: “Tendrá que evitar –nos dice– caer en cualquier intento de manipulación por parte de alguno de los segmentos en los que está dividida la población, especialmente de la Unión Democrática Croata, un partido que podría caer en la tentación de acaparar los beneficios de la presencia del Papa”.

El nuncio apostólico en Sarajevo, monseñor Luigi Pezzuto (nombrado en 2012) ha insistido en la necesidad de mantener el equilibrio entre todas las fuerzas políticas sin inclinarse hacia ninguna de ellas.

Como es habitual, en todos los países del área balcánica la situación es muy enrevesada y hay que extremar las cautelas para evitar resbalones, pero la diplomacia vaticana y este Papa están acostumbrados a superar dificultades como estas y aún mayores.