Manuel Sánchez Monge toma posesión la diócesis cántabra
Procesión de entrada durante la toma de posesión
MARÍA PÉREZ | Acompañado por numerosos numerosos arzobispos, obispos, sacerdotes y religiosos y religiosas, y en una ceremonia presidida por el nuncio apostólico en España, Renzo Fratini, Manuel Sánchez Monge tomó posesión de su cargo como nuevo obispo de Santander el pasado sábado 30 de mayo en la catedral de la capital cántabra.
El palentino estuvo arropado durante la ceremonia por los cientos fieles llegados desde su tierra natal, así como procedentes de Galicia (su anterior diócesis era Mondoñedo-Ferrol), además de los fieles cántabros, que quisieron presenciar la toma de posesión de su nuevo pastor.
En su saludo inicial, Sánchez Monge ofreció su “lealtad” para colaborar “en todo lo que se refiera al bien común de la sociedad y al bienestar social, cultural y espiritual de nuestro pueblo”, aseguró.
El nuevo obispo explicó que no trae un programa pastoral propio, sino que asume el Plan Pastoral Diocesano para el trienio 2014-2017 elaborado en Cantabria bajo el título Una Iglesia diocesana en conversión y en salida, y en el que se fijan cuatro prioridades: familia, jóvenes, dimensión social de la caridad y cultura vocacional.
En este sentido, Sánchez Monge instó a atender de un modo especial a los jóvenes: “Necesitan ser escuchados en sus logros y en sus dificultades. Hay que saber sentarse para escuchar quizás el mismo libreto, pero con música diferente. Sepamos perder el tiempo con ellos. Sembrar cuesta y cansa, y aunque es mucho más gratificante gozar de la cosecha, Jesús nos pide que sembremos en serio”.
Pidió también “una Iglesia en salida y evangelizadora”, para lo que instó a los fieles a “salir de nosotros mismos para encontrar a Jesús”. “No nos quejemos de los tiempos que nos toca vivir, no cultivemos el deporte de la queja. Seamos positivos y, desde el encuentro con el Señor, seamos capaces de encontrarnos con las personas, especialmente con las desfavorecidas”.
Sánchez Monge afirmó sentirse “impresionado por las manifestaciones de gratitud y cordialidad de los fieles montañeses desde el día en que se hizo público el nombramiento”.
“Estaremos siempre abiertos a las sorpresas que el Señor nos vaya deparando”, concluyó.
En el nº 2.944 de Vida Nueva.
