Irlanda rompe con la Iglesia al aprobar el matrimonio gay

Se convierte en el primer país del mundo en ratificarlo en un referéndum popular

El 62,1% de los participantes en el referéndum del día 22 votaron “sí”

El 62,1% de los participantes en el referéndum del día 22 votaron “sí”

CELIA MAZA (LONDRES) | Irlanda es el primer país en aprobar el matrimonio homosexual por voto popular. En un histórico referéndum celebrado este 22 de mayo, el 62,1% apoyó el cambio constitucional. La República no solo une ahora su nombre a la lista de los otros 16 países que ya han legalizado los enlaces de parejas del mismo sexo, entre ellos España. El cambio es mucho más profundo. En una sociedad tradicionalmente católica, esto supone una ruptura con la Iglesia con importantes consecuencias.

El arzobispo de Dublín, Diarmuid Martin, considera que ha llegado el momento de hacer una “revisión de la realidad. Estamos viviendo una revolución social y quizá la Iglesia no ha entendido todo lo que esto implica”. “Está claro –añade–que si el referéndum es una afirmación de las opiniones de los jóvenes, los mismos que han salido de nuestro sistema escolar católico, tenemos una gran tarea por delante. Hay que reconectar con ellos para poder recuperar nuestra autoridad moral y poder defender nuestros valores culturales”.

El primado irlandés, el arzobispo de Armagh, Eamon Martin, señala que la jerarquía podría incluso reconsiderar su posición sobre el aspecto civil de las bodas. Por su parte, el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, asegura sentirse “muy triste”, ya que el resultado de la consulta “no es una derrota de los principios cristianos, sino una derrota para la humanidad”.

¿Estamos ante una Irlanda secular?Andreas Hess, doctor en Sociología y profesor en la University Collage de Dublín lo niega: “El número de fieles que sigue acudiendo a misa los domingos nada tiene que ver con los que hay en Inglaterra o Alemania”. Aunque no se puede obviar el impacto de la incorporación de Irlanda a la Unión Europea (UE) y el boom económico que esto generó en los años 90, una de las claves que explican esta desvinculación de los irlandeses con la Iglesia son los abusos sexuales a menores encubiertos sistemáticamente por la jerarquía eclesiástica. Según el cardenal suizo Georges Cottier, “no se puede entender la victoria del sí al matrimonio gay sin tener en cuenta los casos de pedofilia en el clero. No fue manejado de la manera adecuada”.

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En el nº 2.943 de Vida Nueva.

 

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