Adolfo Roitman: “Judíos y cristianos somos hermanos”

Director del Santuario del Libro de Jerusalén

Adolfo Roitman en el Santuario del Libro

Adolfo Roitman en el Santuario del Libro

PEDRO BARRADO | Con motivo de un ciclo de conferencias sobre los manuscritos del mar Muerto, promovido por la Fundación Juan March y organizado por Julio Trebolle, estuvo en Madrid el pasado 14 de mayo el doctor Adolfo Roitman, director del Santuario del Libro de Jerusalén –perteneciente al Museo de Israel– y conservador de los más importantes rollos de Qumrán.

El Museo de Israel, que está celebrando el cincuentenario de su fundación, es quizá la institución cultural más importante del Estado de Israel, a pesar de su pequeño porcentaje de financiación pública. En su interés por dar a conocer los tesoros arqueológicos que alberga el Museo de Israel –y el Santuario del Libro, donde se encuentran los más importantes manuscritos de Qumrán–, ahora presenta una exposición en Hong Kong que en breve pasará a Pekín. El centro de esa exposición es una pieza conocida como “Revelación de Gabriel”, una piedra de época herodiana, de 160 kilos, en la que hay dibujadas con tinta –no grabadas– 87 líneas de texto entre las que se lee la expresión “Yo soy Gabriel” (también se menciona al arcángel Miguel).

Ese día 14, Roitman pronunció dos conferencias. La primera en Casa Sefarad: De los manuscritos del mar Muerto a la nano-Biblia. Formas de la Biblia hebrea a lo largo de los siglos. Un repaso que fue desde las inscripciones hebreas del siglo X antes de nuestra era hasta un proyecto llevado a cabo por el Instituto Technion de Haifa, donde han logrado meter el millón doscientas mil letras de la Biblia hebrea en un chip del tamaño de una cabeza de alfiler (esa nano-Biblia fue el regalo de Simon Peres a Benedicto XVI en 2009).

Inmediatamente después, Adolfo Roitman se desplazó a la Fundación Juan March para hablar de Los esenios, la comunidad de Qumrán y las sectas del judaísmo posbíblico. Un aforo absolutamente repleto e interesado escuchó atentamente hablar de los precedentes sectarios en el judaísmo postexílico hasta llegar a la comunidad de Qumrán, identificada con un grupo esenio, siguiendo en esto la opinión tradicional del profesor Sukenik, primero, y del P. Roland de Vaux, inmediatamente después. La conferencia concluyó con un corto de ficción –proyectado por primera vez en Europa– sobre la vida de los esenios y una reflexión del profesor Roitman sobre las relaciones entre judíos y cristianos que cerró con un rotundo: “Judíos y cristianos somos hermanos”.

En el nº 2.943 de Vida Nueva.

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