“Tenemos que defender a las mujeres”

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Francisco pide que realmente tengan una “autoridad reconocida” en la Iglesia

La Exposición Mundial, cuyas puertas se abrieron en Milán el 1 de mayo y que se prolongará hasta el 31 de octubre, va a ser uno de los acontecimientos del año: en ella participan 145 países y se esperan veinte millones de visitantes. Su apertura estuvo precedida y acompañada por una serie de incidentes causados por grupos anarquistas y vándalos llegados de varios países de Europa. La Iglesia está presente en este escaparate internacional con un pabellón. En la ceremonia de apertura, poco después de las doce y media del mediodía, tuvo lugar una conexión televisiva con la Ciudad del Vaticano para que Francisco hiciese llegar su mensaje a todos los presentes, entre los que se encontraba el primer ministro italiano, Matteo Renzi.

Nutrir el planeta, energía por la vida es el tema de la Expo milanesa, y de ahí partió la alocución del obispo de Roma, “la voz –dijo– de tantos pobres que forman parte de este pueblo y, con dignidad, buscan  ganarse el pan con el sudor de su frente. (…) La Expo es una ocasión propicia para globalizar la solidaridad. ¡Intentemos no malgastarla, sino valorizarla plenamente!”.

El Papa ahondó así en su mensaje: “La ‘paradoja de la abundancia’ [expresión usada por san Juan Pablo II ante la FAO, en su discurso a la I Conferencia sobre la Nutrición en 1992] persiste todavía hoy, a pesar de los esfuerzos realizados y de algunos buenos resultados. También la Expo, en algunos de sus aspectos, participa de esta ‘paradoja de la abundancia’ si obedece a la cultura del despilfarro, del descarte y no contribuye a un modelo de desarrollo ecológico y sostenible. Así pues, hagamos que esta Expo sea ocasión de un cambio de mentalidad para dejar de pensar que nuestras acciones cotidianas, a cualquier nivel de responsabilidad, no tienen impacto sobre la vida de quien, de lejos o de cerca, sufre el hambre. Pienso en tantos hombres y mujeres que pasan hambre y, especialmente, en la multitud de niños que mueren de hambre en el mundo”.

A continuación, Bergoglio dirigió un llamamiento a todos los que trabajan en el sector agro-alimentario: “El Señor conceda a cada uno de ellos sabiduría y valentía,  porque su responsabilidad es grande. Mi deseo es que esta experiencia permita a los empresarios, a los comerciantes, a los estudiosos sentirse comprometidos en un gran proyecto de solidaridad: el de alimentar el planeta respetando a cada hombre y mujer que vive en él y respetando el medio ambiente. Este es un gran desafío al que Dios llama a la humanidad del siglo XXI: dejar finalmente de abusar del jardín que Dios nos ha confiado para que todos podamos comer los frutos de este jardín”.

Ese mismo día, el cardenal Gianfranco Ravasi inauguró el pabellón de la Santa Sede, presidido por dos frases evangélicas: “Danos hoy nuestro pan de cada día” y “No solo de pan vive el hombre”. Al final de la Expo, el pabellón será transportado a Ucrania para convertirse en un centro de acogida para personas necesitadas.

Protestas en Milán, el 1 de mayo, en la inauguración de la Expo

Protestas en Milán, el 1 de mayo, en la inauguración de la Expo

Paralelamente, por los mismos días, ha tenido lugar en la Academia Pontificia de Ciencias un congreso mundial sobre el medio ambiente inaugurado por el secretario general de la ONU, que tuvo ocasión de encontrarse con Francisco. Ban Ki-moon  subrayó el liderazgo mundial del Pontífice y pidió su “apoyo moral” en esta materia, porque “proteger nuestro medio ambiente es un urgente imperativo moral y nuestro deber sagrado para todas las personas de fe y conciencia”. Durante su entrevista, Bergoglio le anunció que su encíclica sobre estos temas se hará pública en las próximas semanas, a finales de mayo o principios de junio. Marcelo Sánchez Sorondo, canciller de las pontificias academias, confirmó que la encíclica está siendo traducida a varias lenguas y que abordará dos grandes temas: el hombre como custodio de la Creación, que debe desarrollar de un modo sostenible, y la situación actual de la Tierra desde el punto de vista natural y social.

En su ciclo de catequesis sobre la familia a lo largo de las audiencias de los miércoles, en la del 29 de abril, el Papa se preguntó por qué hoy tantos jóvenes no quieren casarse y hay tan poca confianza en el matrimonio: “Las dificultades no son solo de carácter económico, aunque estas sean realmente serias. Muchos consideran que el cambio acontecido en estas últimas décadas ha sido motivado por la emancipación de la mujer, pero tampoco este argumento es válido. ¡Es una falsedad, no es verdad!”. “Es una forma de machismo
–añadió alzando la voz– que siempre quiere dominar a la mujer. Hacemos el mismo mal papel que hizo Adán en el paraíso cuando Dios le preguntó: ‘¿Por qué has comido el fruto del árbol?’, y él dijo: ‘Me lo ha dado la mujer’. Es culpa de la mujer. ¡Pobre mujer! Tenemos que defender a las mujeres”.

Luego, adentrándose en el tema de la igualdad, aseguró que los cristianos debemos ser exigentes: “Hay que sostener con decisión el derecho a la igual retribución a igualdad de trabajo. ¿Por qué se da por supuesto que las mujeres deben ganar menos que los hombres? ¿No tienen los mismos derechos? ¡La desigualdad es un puro escándalo!”. Palabras estas que figuraban al día siguiente en muchas primeras páginas de los periódicos, mereciendo el unánime elogio de los comentaristas.

De su permanente atención al tema de la presencia de la mujer en la sociedad y en la Iglesia, da también testimonio el mensaje que envió al reciente congreso de la Facultad de Teología del Antionianum de Roma, bajo el tema Mujeres en la Iglesia, perspectivas de diálogo. Su rectora es, desde hace unos meses, la religiosa Mary Melone. Ella y la embajadora de Chile ante la Santa Sede, Mónica Jiménez de la Jara, ex ministra de Educación, planificaron este interesante encuentro. En su mensaje, Bergoglio formuló sus votos para que “la mujer no solo sea más escuchada, sino que su voz tenga un peso real, una autoridad reconocida en la sociedad y en la Iglesia”.

Misa con los obispos de EE.UU. por fray Junípero Serra

Misa con los obispos de EE.UU. por fray Junípero Serra

Por otro lado, como anticipo de su viaje a Latinoamérica (Ecuador, Bolivia y Paraguay, entre el 6 y el 12 de julio), el Papa recibió en audiencia privada el 28 de abril al presidente ecuatoriano, Rafael Correa. Por tratarse de una visita privada, tuvo lugar en  el estudio del Aula Pablo VI y no hubo comunicado oficial, pero sí pudimos ver la efusividad con la que se abrazaron ambos y la cordialidad que reinó durante todo el encuentro. En declaraciones a Radio Vaticano, el mandatario subrayó la inmensa autoridad moral del Papa y su liderazgo, y comentó que será recibido “con los brazos abiertos” cuando llegue a Quito.

En otro orden de cosas, como ya se sabe, fray Junípero Serra será canonizado por el Papa en Washington el 23 de septiembre. Con este motivo, la Pontificia Comisión para América Latina y el Pontificio Colegio Norteamericano de Roma, con el patrocinio de la Diócesis de Los Ángeles, organizaron una jornada de reflexión sobre su figura. El sábado 2 de mayo, el Santo Padre se trasladó al Colegio Norteamericano para celebrar la misa, en la que estuvo acompañado por el arzobispo de Los Ángeles, José Horacio Gómez, y el presidente del Episcopado estadounidense, Joseph E. Kurtz. En su homilía, Francisco destacó el impulso misionero, la devoción mariana y el testimonio de santidad del franciscano nacido en Mallorca (1713) y emigrado a los Estados Unidos, donde fundó 21 misiones en California. El Papa le calificó como “uno de los padres fundadores de los Estados Unidos, santo de la catolicidad y especial protector de los hispanos del país”, deseando que, por su intercesión, “todo el pueblo americano descubra la propia dignidad, consolidando cada vez más la propia pertenencia a Cristo y a la Iglesia”.

COMISIÓN por Antonio Pelayo

En dos años de pontificado, Bergoglio ha creado numerosas comisiones para reformar las finanzas vaticanas y reprimir los delitos de pederastia, entre otras cosas. No todas han funcionado con idéntica eficacia; algunas, o trabajan muy de tapadillo o confirman el viejo dicho de “si quieres empantanar un tema, crea una comisión”. Esperemos que no sea así con la última; anunciada el 30 de abril, parte con el objetivo de “estudiar el informe final” del comité (presidido por lord Patten) encargado de proponer una reforma de los medios de comunicación vaticanos y –¡ojo al canto!– “plantear los oportunos itinerarios de factibilidad”. Buena suerte.

Antonio Pelayo. Roma

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