Tres mil voces para tomar “el pulso” en el Sínodo Diocesano de Coria-Cáceres

La diócesis extremeña realiza una macroencuesta que pide más formación

El obispo Francisco Cerro, junto a fieles de Coria-Cáceres

El obispo Francisco Cerro, junto a fieles de Coria-Cáceres

FRANCISCO JOSÉ PÉREZ VALERO (CÁCERES) | Con sus respuestas ha sido posible diseñar el punto de partida en el que se encuentra la Diócesis de Coria-Cáceres. Se trataba, como adelantó el obispo Francisco Cerro, de “detectar nuestra realidad tal como es”, así como “ver cómo está el pulso de nuestra diócesis, para hacer un diagnóstico y, en las siguientes fases, aplicar los respectivos refuerzos para equilibrar la salud del compromiso cristiano”. Los resultados han sido satisfactorios. La encuesta –amplia, pormenorizada y muy abierta– pretendía investigar cuatro aspectos vitales para la Iglesia cacereña: la transmisión de la fe, cómo actúan los cristianos en la sociedad, el papel de los laicos y la organización de la pastoral de la diócesis.

Se repartieron un total de tres mil encuestas para realizar el sondeo a los doscientos mil bautizados de la diócesis, en un “universo” formado por los bautizados mayores de quince años.

En relación a la transmisión de la fe, las respuestas señalan “fortalezas y debilidades en lo referido a la catequesis”, explicó, en la presentación de los resultados, Jesús Moreno Ramos, secretario general del Sínodo Diocesano. Aquí apareció un aspecto clave: el de la catequesis, “que está sirviendo más para preparar de manera inmediata a la celebración de los sacramentos que para integrarse en la comunidad parroquial, tener experiencia de Dios o comprometerse en los problemas sociales”.

Sobre la presencia de los cristianos en la sociedad, se aprecia un desconocimiento acerca de “lo que la Iglesia, a través de sus instituciones y grupos, hace en relación con el paro, la vida de los reclusos, los jóvenes o el mundo rural”. En este sentido, la Iglesia cacereña reconoce “un déficit de formación para la acción caritativa y social”.

“Experiencia de renovación”

El papel de los laicos viene determinado por la constatación de que “queda mucho por recorrer en cuanto a su participación efectiva en la toma de decisiones y su implicación en los diversos consejos”. Los laicos de la diócesis han crecido en su labor en Cáritas y en la pastoral de la Salud, “pero es poca su participación en asociaciones relacionadas con el mundo obrero, el rural, la economía, la política, la cultura o el asociacionismo en general”.

El último de los apartados se refería a la organización de la Pastoral en la diócesis, determinada por “la escasez, envejecimiento y pluriempleo de los sacerdotes”. En este apartado, “la encuesta nos indica el desconocimiento general que se tiene sobre el papel que pueden desempeñar en la animación de las comunidades cristianas los diáconos permanentes”, sentencia Jesús Moreno.

Tras la encuesta, la diócesis se prepara para la siguiente etapa, en la que será el turno de los grupos sinodales. Para el obispo de Coria-Cáceres, el Sínodo, que fue convocado en abril de 2014, “será una experiencia de renovación”. Francisco Cerro afirma que “buscará analizar la situación de nuestro pueblo para percibir en ella las llamadas que Dios nos hace”. El último Sínodo se celebró en la diócesis en 1987.

Preocupados por el paro y los valores cristianos

LogoSinodo-coria-caceresDe los encuestados, el 73% se definen como “católicos bastante o muy practicantes”. Las encuestas se hicieron en todos los arciprestazgos de la diócesis, que abarcan un amplio espectro sociodemográfico. El 73% del total son mujeres. Por lo que se refiere a su edad, sólo el 10% tienen menos de treinta años y casi la mitad de ellos (49 %) superan los sesenta. Del conjunto de los encuestados, solo 427 afirmaron que no participan en algún grupo o actividad eclesial organizada; mientras que el 45 % están en un grupo, el 29% en dos, el 15% en tres, y el 11% participan en más de tres.

“El conjunto de las respuestas no es muy diferente a la población española en general en cuanto a cómo valora los distintos aspectos de la vida cotidiana, tal y como suele preguntarlo el CIS en sus barómetros, salvo en que sitúan muy por encima la religión”, señala Lorena Jorna, presidenta de la Comisión de Información del Sínodo. Así, añade que “les preocupa sobre todo el paro, la pérdida del sentido religioso y de los valores morales, la soledad de los mayores, la despreocupación de los padres en la educación y la transmisión de la fe a los hijos”.

En el nº 2.940 de Vida Nueva.

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