La Iglesia española reclama un “trabajo decente”

Entidades sociales católicas se unen en defensa de los derechos laborales

Manifestacion de trabajadores de Cocacola

JOSÉ LUIS PALACIOS | El pasado martes 5 de mayo fue presentada la declaración Iglesia unida por un trabajo decente, consensuada por Cáritas, Justicia y Paz, CONFER, HOAC, JOC y JEC, y a la que se han adherido 65 entidades eclesiales españolas. En ella se recogen algunas de las declaraciones del papa Francisco sobre la urgencia de defender la dignidad en el trabajo, además de reafirmar que “el trabajo es un medio imprescindible de realización personal de la propia vocación y reconocimiento de la propia dignidad de las personas”.

Así, las organizaciones de inspiración católica españolas comprometidas con la justicia social y el mundo laboral, se suman a la campaña por el trabajo decente lanzada por el Pontificio Consejo de Justicia y Paz y la Organización Internacional del Trabajo. España se convierte así en el primer país cuya Iglesia acoge este llamamiento apoyado por el Vaticano.

El documento es fruto de los diálogos iniciados en septiembre del año pasado en Madrid por el Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos y la Unión Internacional de Asociaciones de Empresarios Católicos (UNIAPAC). Ambas entidades participaron en un diálogo abierto en Roma organizado por el Pontificio Consejo de Justicia y Paz y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en la que se proponía como objetivo que la próxima Agenda de Desarrollo (que ha de sustituir a los llamados Objetivos de Desarrollo del Milenio) recoja explícitamente como una de sus metas la extensión del empleo con derechos y protección social.

En este sentido, el director de la oficina de la OIT en España, Joaquín Nieto, ha valorado positivamente el esfuerzo de las organizaciones católicas: “Sin vuestro apoyo no hubiera sido posible que el objetivo del trabajo decente y la protección social figure ya en las propuestas que Naciones Unidas han de debatir para elaborar la próxima Agenda de Desarrollo Sostenible”.

El portavoz de Iglesia unida por un trabajo decente y vicepresidente de Justicia y Paz España, Javier Alonso, explicó durante la rueda de prensa de presentación que, “después de un trabajo conjunto de reflexión y diálogo, lanzamos hoy una declaración que todo un conjunto de organizaciones de Iglesia ha querido suscribir y apoyar, para aunar esfuerzos de organizaciones católicas en pro del trabajo decente”. Del mismo modo, reconoció el interés mostrado en la campaña por las comisiones episcopales de Pastoral Social, Migraciones y Apostolado Seglar, y el Departamento de Pastoral Obrera.

En representación de CONFER, el jesuita José Luis Saborido recordó que “el trabajo está en la base de la erradicación de la pobreza”, aunque matizó que “no cualquier trabajo, sino un trabajo decente, que supone el cumplimiento de todos los derechos sociales y la lucha contra la tragedia del paro, sobre todo de los jóvenes, contra el trabajo precario o la exclusión laboral de los descartados en todo el mundo. También en nuestro país”.

Las organizaciones implicadas deberán ahora definir la “hoja de ruta” y seguir incorporando apoyos para lograr que el trabajo decente sea incluido “en la agenda política, en las agendas de las entidades sociales y empresariales y en nuestras agendas personales. Y también en las propuestas de nuestra Iglesia”, como reza la propia declaración.

Respaldados por el magisterio

La promoción del “trabajo decente” se ha incorporado al magisterio social de la Iglesia desde que, en el año 2000, el papa Juan Pablo II hiciera un llamamiento para crear “una coalición en favor del trabajo digno”. El propio Benedicto XVI, en el número 63 de su encíclica Caritas in Veritate, recogía lo que la comunidad eclesial entiende por trabajo decente: “Significa un trabajo que, en cualquier sociedad, sea expresión de la dignidad esencial de todo hombre o mujer, un trabajo libremente elegido, que asocie efectivamente a los trabajadores, hombres y mujeres, al desarrollo de su comunidad”. En este sentido, el vicepresidente de Justicia y Paz España, Javier Alonso, destacó el respaldo que supone la reciente Instrucción Pastoral de la Conferencia Episcopal Española (CEE) Iglesia, servidora de los pobres, en la que se afirma que es necesaria “la colaboración de todos, especialmente de empresarios, sindicatos y políticos, para generar ese empleo digno y estable, y contribuir con él al desarrollo de las personas y la sociedad”.

En el nº 2.940 de Vida Nueva.

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