Inauguración de la 105ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española
M. PÉREZ | A las 11:00 h. de hoy lunes 20 de abril, ha tenido lugar en Madrid la apertura de la 105º Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE), que se reunirá hasta el viernes 24, día en que todos los obispos peregrinarán a Ávila con ocasión del V Centenario del Nacimiento de Santa Teresa de Jesús. El discurso inaugural del presidente de la CEE, el cardenal Ricardo Blázquez, ha estado dedicado al Año de la Vida Consagrada de la mano de santa Teresa, así como a la persecución de cristianos en todo el mundo, la crisis económica y el drama de la inmigración.
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- ‘Iglesia, servidora de los pobres’, de la CEE, en 20 frases principales
En la primera parte de sus palabras, Blázquez ha recordado a Santa Teresa cuando pedía “amigos fuertes de Dios en tiempos recios”.
Y, en el marco de este Año de la Vida Consagrada, señalaba: “En nuestras latitudes, dentro de no muchos años, la presencia de la vida religiosa, tanto contemplativa como apostólica, será de unas dimensiones muy distintas. Todos padecemos este proceso de debilitamiento con inquietud y también con la mirada puesta en el Señor”. Es por ello que todas las iniciativas programadas para este Año deben hallar “eco en nuestras Iglesias y nosotros como pastores las animamos”.
Líneas del Plan Pastoral 2016-2020
Tras estas palabras, el también arzobispo de Valladolid se ha referido al próximo Plan Pastoral de la CEE para 2016-2020, cuyo borrador será estudiado durante esta Asamblea Plenaria. Un Plan que quiere seguir la línea programática establecida por el papa Francisco en Evangelii gaudium.
“Sin caer en absoluto en el pesimismo –ha dicho el cardenal–, hemos de reconocer que las circunstancias históricas que estamos viviendo han hecho más difícil y más necesaria la claridad y la firmeza de la fe personal, la vivencia comunitaria y sacramental de nuestras convicciones religiosas. En la sociedad actual e incluso también en nuestras propias diócesis están presentes el olvido de Dios y el debilitamiento de la fe, con lo que se oscurece y desconcierta la vida de las personas, de las familias y de los pueblos”.
Por eso los obispos quieren “dar respuesta a estos desafíos y favorecer una ‘transformación misionera’ de nuestras Iglesias, parroquias y comunidades. (…) Una pastoral misionera que nos lleve a todos a reavivar la pastoral ordinaria y a la búsqueda y encuentro de los que se alejaron de la Iglesia o nunca estuvieron cerca”.
En este sentido, el nuevo Plan Pastoral recogerá propuestas dirigidas a “las tres actividades fundamentales de la pastoral: el anuncio de la Palabra, la celebración litúrgica de los misterios de la salvación y el ejercicio de la caridad”.
Próximo documento ‘Iglesia, servidora de los pobres’
El otro documento “largamente deseado” por los obispos que se estudiará esta semana es Iglesia, servidora de los pobres, que pretende ofrecer desde la Doctrina Social de la Iglesia “una iluminación realista y a la vez esperanzada sobre la situación social y política”. [‘Iglesia, servidora de los pobres’, de la CEE, en 20 frases principales]
“Vemos el actual escenario social con preocupación –ha explicado Blázquez–, en especial las persistentes consecuencias de la crisis económica que, con innegables signos de recuperación, todavía afecta muy profundamente a las capas sociales más desfavorecidas, sobre todo al inmenso número de desempleados, y de entre ellos a los jóvenes”.
En este punto, el presidente del Episcopado ha condenado la corrupción y el sistema de los mercados: “Esta crisis social y económica arrastra en el fondo una crisis antropológica, ética y religiosa en la que ha incidido en no pequeña medida el secularismo y el materialismo economicista. Piénsese si no en los casos de corrupción, que tanto dañan la confianza de la población. (…) La ideología que defiende la autonomía absoluta de los mercados y de la actividad financiera instaura una tiranía invisible que impone de forma unilateral sus reglas. Cuando esto ocurre estamos ante una verdadera idolatría en la que al dinero se le rinde culto y se le ofrecen sacrificios”.
Ante todo esto, la propuesta de los obispos es la que nace de la Doctrina Social de la Iglesia y que consiste en poner “a la persona en el centro”.
“La Iglesia siempre trabajará –añadía Blázquez–– por los valores innegociables como son el derecho a la vida desde la concepción hasta su fin natural, el verdadero matrimonio y la armonía y estabilidad familiar, el derecho de los padres a la educación de sus hijos conforme a sus convicciones; todo ello en consonancia con los valores del Evangelio”. [Entrevista al obispo Omella sobre ‘Iglesia, servidora de los pobres’]
Con los cristianos perseguidos
En otro momento de su discurso, el presidente del Episcopado se ha sumado a las reiteradas peticiones del papa Francisco a favor de los cristianos perseguidos en diversos países de Oriente Medio y de África: “La dureza de la persecución ha herido no solo a cristianos de las diversas confesiones, sino también a fieles de otras religiones”, ha afirmado.
“La solidaridad humana, la fraternidad cristiana y la condición de creyentes nos unen a todos para exigir respeto a la dignidad humana y a la libertad religiosa”.
Blázquez también ha pedido que no se utilice el nombre de Dios para perseguir a personas de otra religión: “Matar en nombre de Dios es profanarlo y pervertir el sentido de su reconocimiento, que nos pide unir la adoración de su Nombre y el servicio a los demás”.
Como muestra de la solidaridad con los cristianos perseguidos, el presidente ha anunciado que la CEE destinará 250.000 euros a Siria e Irak, que harán llegar a través de la Santa Sede; “una ayuda material para aliviar su sufrimiento en los campos de refugiados y en las poblaciones asediadas”.
Minuto de silencio por “el drama de la inmigración”
Justo a continuación, el cardenal Blázquez ha pedido a todos los presentes en la sala un minuto de oración por los “hermanos nuestros” procedentes de África y fallecidos en el mar al intentar llegar a Europa. “Tenemos muy reciente la tragedia de los más de cuatrocientos inmigrantes desaparecidos, ahogados, muchos de ellos niños y jóvenes, tratando de llegar a las costas italianas. A eso se une la muerte provocada de algunos de esos inmigrantes precisamente por su condición de cristianos”.
Recordando la “globalización de la indiferencia” denunciada por el papa Francisco en Lampedusa, el presidente de la CEE ha reclamado “programas gubernamentales que vayan más allá de la preservación de nuestras fronteras”.
“El rescate de más de diez mil inmigrantes en una semana frente a las costas italianas o el continuo flujo ilegal en nuestras fronteras y costas no puede dejarnos indiferentes, y nos urgen a colaborar desde la Iglesia aún más con otras iniciativas de la sociedad civil y del Estado”.
Otros trabajos de la Plenaria
Tras el discurso del presidente Blázquez, ha tomado la palabra el nuncio apostólico en España, Renzo Fratini, que ha animado a los obispos en los trabajos previstos para esta semana de Asamblea Plenaria, especialmente con respecto al Plan Pastoral.
Además de lo dicho sobre el documento Iglesia, servidora de los pobres y el Plan Pastoral, está previsto estudiar el informe sobre Distribución del Clero en España. Además, se aprobarán las intenciones de la CEE para el Apostolado de la Oración, y los obispos recibirán información sobre temas económicos, se repasarán las actividades de las distintas Comisiones Episcopales y se procederá a la aprobación de distintas Asociaciones Nacionales.
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