La Justicia de Israel frena el muro en Beit Jala

Las 58 familias cristianas de la zona no serán separadas al fin de sus campos de cultivo

patriarca de Jerusalén, Fouad Twal, y Vera Baboun, alcaldesa de Belén

El patriarca Fouad Twal y la alcaldesa de Belén en rueda de prensa

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA | Nueve años de compleja lucha jurídica culminaron simbólicamente el 2 de abril, Jueves Santo, con un triunfo que sabía a resurrección para las 58 familias cristianas de Beit Jala, en el Valle de Cremisán (cerca de Belén). Así, ese día, el Tribunal Supremo de Israel rechazaba la pretensión del Ministerio de Defensa de extender el muro de separación en medio de sus tierras de cultivo, prácticamente, su único modo de subsistencia.

La resolución de la Justicia israelí anula definitivamente esa posibilidad, que, además de por sus penosas repercusiones económicas para la comunidad local (aparte de la dificultad para llegar hasta los viñedos, muchos habrían sido directamente destruidos por coincidir su situación con el trazado inicialmente previsto), hubiera conllevado la separación física de algunos habitantes, como ocurría en el caso de los salesianos, cuyos dos únicos conventos en la zona, uno masculino y otro femenino, habrían quedado incomunicados pese a encontrarse a apenas unos cientos de metros entre sí.

Esa misma tarde, el patriarca latino de Jerusalén, Fouad Twal, convocó allí una rueda de prensa junto a los alcaldes de los tres municipios de la zona, Beit Jala (Nael Salman), Belén (Vera Baboun) y Beit Sahour (Beni al-Hayek). Significativamente, los tres regidores habían visitado en febrero en Roma al papa Francisco para pedirle su ayuda de cara a la concienciación de la comunidad internacional sobre el drama que esta amenaza suponía para la vida de las 58 familias y las comunidades salesianas. “Venimos a ver al Papa porque él es nuestro padre. Y un padre no puede abandonar a sus hijos”, le dijo entonces a Bergoglio el alcalde de Beit Jala, según publicó Vatican Insider.

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En el nº 2.937 de Vida Nueva

 

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