Libros

‘La inmensa soledad’


En ‘El revés de la trama’, una novela de Frédéric Pajak (Errata Naturae). La recensión es de Javier Morales

La inmensa soledad  Autor: Frédéric Pajak

Título: La inmensa soledad

Autor: Frédéric Pajak

Editoriales: Errata Naturae

Ciudad: Madrid, 2015

Páginas: 320

JAVIER MORALES | Imaginen una novela gráfica, una autobiografía, una semblanza de dos figuras fundamentales del pensamiento y la literatura contemporáneas, Friedrich Nietzsche y Cesare Pavese. Imaginen un libro de viajes sobre Turín, un ensayo. Como en la literatura la suma de las partes es algo más que la mera agregación de los sumandos, todo eso y más es lo que encontrarán en La inmensa soledad, del escritor y dibujante francés Frédéric Pajak. Descubrirán un libro muy original, fronterizo, rico, a medio camino entre todos los géneros citados.

Les deleitará la belleza tanto de los dibujos como de la prosa de Pajak, una belleza al servicio de la narración de tres vidas desoladas, la de Nietzsche, Pavese y la del propio autor, huérfano de padre desde los nueve años. El pintor Jacques Pajak murió a los 35 años de edad, en un accidente de coche, y su ausencia determinará la vida del hijo, el dibujante y escritor. Pajak confiesa que nada, ni siquiera la literatura o el arte, han podido llenar el vacío paterno, de ahí su inmensa soledad, la misma que sintieron tanto Nietzsche como Pavese, también huérfanos de padre.

El filósofo alemán y el escritor italiano vivieron en Turín, aunque por fecha de nacimiento nunca llegaron a coincidir. Para Nietzsche, Turín, adonde llegó en 1888, fue un refugio frente a su enfermedad. Le cautivó desde el principio. Le gustaba esa mezcla entre el saber vivir mediterráneo y el rigor del norte. “En Turín, Nietzsche pierde la razón a la edad de 44 años. Su cuerpo vivirá aún unos diez años más, pero su cabeza está totalmente muerta a comienzos de enero de 1889”, escribe Pajak. Turín será la ciudad en la que vivió la mayor parte de su vida Pavese.

Pero serán las colinas y valles que circundaban Santo Stefano, el pueblo en el que nació y pasó su infancia, las que alimentaron parte de su literatura. Estos son algunos de los mimbres que sirven a Frédéric Pajak para crear una obra de una gran hermosura, pero también de una honda tristeza.

En el nº 2.937 de Vida Nueva.

Actualizado
17/04/2015 | 04:12
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