Jorge Costadoat, un profesor sin alumnos

El cardenal Ezzati no le renueva el mandato canónico para enseñar teología en la Católica de Chile

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El jesuita Jorge Costadoat impartiendo una conferencia

Jorge Costadoat, un profesor sin alumnos [extracto]

NICOLÁS MIRABET (SANTIAGO) | La Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) aún sigue conmocionada tras la decisión del cardenal Ricardo Ezzati, arzobispo de Santiago, de no renovar el mandato canónico para enseñar al jesuita Jorge Costadoat. A su juicio, “la trayectoria académica del profesor Jorge Costadoat reafirma afirmaciones poco prudentes, que desdibujan la enseñanza magistral de la Iglesia en diversos puntos centrales de la misma”.

El purpurado salesiano explica en una carta que, “en el año 2012, luego de un diálogo con él (…), y en un acto de confianza, le concedí el mandato canónico por tres años, bajo el supuesto de que su labor se desarrollaría y avanzaría en orden a superar las dificultades enunciadas”. Y añade: “Luego de evaluar que su actividad teológica no superaba las dificultades señaladas (…), resolví no renovarle el mandato canónico para enseñar”.

Me duele esta decisión por mí y por la universidad. No creo que en una universidad se pueda enseñar sin libertad”, dijo Costadoat en www.jorgecostadoat.cl. Y aclaró: “En esta decisión nada tiene que ver la dirección de la Facultad, que, por el contrario, pidió la renovación de mi misión canónica”. “Ezzati –prosigue el jesuita– me dio este permiso en el entendido de que yo guardaría fidelidad al Magisterio. Esta exigencia, ni antes ni ahora, ha sido para mí un problema. Estoy absolutamente convencido de que la revelación de Dios, viva y multifacética en la tradición de la Iglesia, tiene una fuerza humanizante extraordinaria y, por ende, una enorme actualidad”.

El profesor reconoce que le llamó la atención “la razón invocada”. “Le expresé que nunca los alumnos se habían quejado por haber ejercido mi libertad para enseñar. La evaluación que ellos han efectuado después de los cursos, que se me ha comunicado oficialmente, ha sido en veinte años de docencia consistentemente positiva. Muchos son los estudiantes que se han mostrado agradecidos de la forma como he enseñado (…). Me parece decisivo –sostiene Costadoat– que el dogma de la Iglesia esté al servicio de una evangelización que atienda a los signos de los tiempos y que, por tanto, se haga cargo del sufrimiento de nuestros contemporáneos y de cómo Dios los va orientando en sus vidas”.

Reacciones a la decisión

La desvinculación de la docencia del religioso chileno, identificado con una visión crítica de la Iglesia y muy cercano a los principios de la Teología de la liberación, desencadenó diversas críticas, como la de Marcelo Gidi, también jesuita y profesor de la PUC, quien lo considera “una visión infantilizante de los estudiantes, en una facultad en la que conviven el progresismo y el conservadurismo de la PUC en su más alta expresión”.

Tampoco los estudiantes se han quedado callados. A través de la plataforma política Crecer UC, reclamaron a las autoridades de su universidad democratizar todos los espacios: “Los últimos aconteceres en la PUC no han dejado indemne a nadie. En menos de cuatro meses, dos profesores han tenido que abandonar injustamente las aulas de esta Universidad, dos profesores que no han tenido, precisamente, una trayectoria desapercibida en nuestra casa de estudios: el profesor Patricio Miranda, de la Escuela de Trabajo Social, y el profesor Jorge Costadoat, SJ, de la Facultad”.

Además, un centenar de personas firmaron una declaración pública en apoyo y solidaridad con Costadoat –que puede leerse en www.reflexionyliberacion.cl– en la que consideran que “el procedimiento seguido por el gran canciller de la PUC es de la mayor gravedad. El año pasado, con ocasión de la discusión sobre la reforma educacional, él mismo defendió públicamente la libertad de enseñanza. Sin embargo, en este caso, careciendo de argumentos pedagógicos o teológicos contra la actividad académica desempeñada por el P. Costadoat, incumple su compromiso de respetar la libertad de cátedra del profesor”.

“Expresamos nuestro más enérgico rechazo a esta medida –sentencia el texto– y al procedimiento seguido para materializarla. Queremos una Iglesia con procedimientos transparentes, sujetos a razón y justicia. Manifestamos, asimismo, nuestro apoyo y agradecimiento al P. Jorge Costadoat, SJ, por su dedicada labor teológica”.

En el nº 2.936 de Vida Nueva.

 

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