En cinco años varias diócesis no podrán atender a sus fieles por el envejecimiento de los sacerdotes

Los obispos estudian la redistribución del clero ante la avanzada edad media de los curas españoles

Envejecimiento en el clero

JOSÉ LORENZO | La elevada edad media de los 19.055 sacerdotes españoles (64,6 años) es motivo de gran preocupación en la Conferencia Episcopal Española (CEE). En el caso de que no se adopten urgentemente medidas, en cinco años habrá diócesis que no puedan atender las necesidades de los fieles. De ahí que este sea uno de los temas fundamentales de su próxima Asamblea Plenaria, que se celebrará en Madrid del 20 al 24 de abril, y en donde los obispos dedicarán una mañana y una tarde a estudiar un informe sobre la redistribución del clero en España.

En la actualidad, hay 11 diócesis (dos más que en 2013) en donde la edad media de sus curas es superior a los 70 años. En San Sebastián, por ejemplo, superan los 74; los 73 en Solsona; los 72 en Girona, Lugo… “Estos números cantan y lloran”, como reconoció el propio secretario general de la CEE, José María Gil Tamayo, al concluir la reunión de la Comisión Permanente del pasado mes de febrero, en la que sus miembros estudiaron un borrador del estudio que está elaborando la Comisión Episcopal del Clero.

Su director, el sacerdote valenciano Santiago Bohigues, reconoce a Vida Nueva que aunque el tema no es nuevo y lleva años ocupando a los prelados, “ahora, ciertamente, hay un mayor envejecimiento del clero en España y hay diócesis a las que en cinco o diez años les será difícil atender las necesidades del Pueblo de Dios, según la estructura actual. Por eso, los obispos se han planteado urgentemente una reflexión en común sobre esta problemática y están buscando posibles respuestas a esta necesidad”.

“Ciertamente hay respuestas”, añade el sacerdote. Y habla de las zonas pastorales, conformadas por grupos de parroquias atendidas por varios sacerdotes con laicos, religiosos e, incluso, diáconos permanentes, algo que ya están haciendo algunas diócesis. Subraya que esto supone una promoción del laicado y de la corresponsabilidad –hay diócesis en donde se les asigna un sueldo– y del diaconado, realidad que está viviendo un auge destacado, con 411 diáconos permanentes casados y 85 en formación.

Distintas sensibilidades

Otra respuesta a la falta de sacerdotes para atender a las más de 22.000 parroquias (algunas en pueblos muy diseminados y con pequeños núcleos de población, también envejecida) la dan los 500 curas extranjeros que han venido a España enviados por sus obispos. Muchos vienen a estudiar y, después de tres o cinco años, regresan a sus países de origen. Luego están los jóvenes que vienen a formarse en los seminarios diocesanos, posibilidad que, además de engordar estadísticas, hizo creer a algunas diócesis que se habían acabado sus problemas. “Esta opción, hoy, se está viendo que no es la mejor, porque se están dando algunos problemas… Son preferibles ya personas hechas, formadas”, apunta el director del secretariado de la Comisión Episcopal del Clero.

Pero, junto a todas esas respuestas, para Bohigues, “el punto más importante de la reflexión que se está haciendo gira en torno al sacerdote de España que tiene que ir a ayudar a otro lugar de España. Hay diócesis que tienen vocaciones y un número de clero joven muy importante, como Getafe, Alcalá de Henares o Toledo, con una edad media de cincuenta y tantos años; y otras, como Madrid o Valencia, donde están entrando cada año entre 15 y 20 seminaristas mayores… Y ahí se ve que puede llegar el momento de enviar sacerdotes de diócesis que tienen vocaciones a otras donde no las hay. Esto quiere decir que van para ayudar, no para dinamizar, y se está estudiando cómo se plantea esto”.

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En el nº 2.936 de Vida Nueva.

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