Una mesa de Pascua para unir a judíos y cristianos

La parroquia Nuestra Señora de las Delicias celebra desde hace tres décadas el ‘Séder’

Las mujeres son las encargadas de encender la ‘menorá’

Las mujeres son las encargadas de encender la ‘menorá’

Más de trescientas personas, entre judíos y cristianos, se reunieron el pasado martes 17 de marzo en la madrileña parroquia de Nuestra Señora de las Delicias para celebrar la Cena de la Pascua Judía, es decir, el Séder de Pésaj. Esta celebración, que conmemora el paso de los hebreos de la esclavitud egipcia a la libertad a través del Mar Rojo, lleva organizándose en esta parroquia desde hace más de 30 años.

Durante el acto se explica el origen judío de las celebraciones cristianas con el objetivo de hermanar a los fieles de ambas confesiones. Uno de sus organizadores, Alfonso Ramonet, explica a Vida Nueva la importancia de esta celebración: “Buscamos una relación interreligiosa, ecuménica. Si somos descendientes del mismo Padre en la fe, Abraham, entonces tenemos una relación que nace del corazón”.

Ramonet ejerce además de “padre de familia” durante la cena, pues “preside la mesa, recordando la figura de Cristo, el padre de familia que se reúne con sus doce apóstoles”. Es por ello que uno de los momentos “más emocionantes” de la cena es la paz, en la que el padre de familia pide a los presentes que “si alguien tiene algo pendiente con un hermano o un amigo, se vaya a él directamente y le dé un abrazo de paz. Lo que hemos estado haciendo ahora no es un paripé ni un acto social, es algo que debe salir del corazón”, afirma. Y, realmente, la paz ocurre: “Hay personas que han podido mantener siempre esa distancia entre judíos y cristianos. Pero si estamos adorando al mismo Señor, pues vamos a estar juntos, a construir”.

Cena abierta a todos

Entre los asistentes, destaca la variedad confesional. Eva, miembro de la comunidad judía, define este evento como “un verdadero encuentro fraterno alrededor de la mesa”. Recuerda, además, que “la comunidad judía se siente hoy más que nunca muy cerca de todos los cristianos perseguidos, porque nosotros hemos sufrido eso”. Miguel, pastor anglicano, distingue el carácter “siempre emocionante” de esta celebración: “Hace muchos años que esta parroquia católica se abrió al ecumenismo y nos han permitido compartir con ellos muchos momentos de diálogo y celebración”. También sor Conchi, religiosa ursulina del Sacro Monte de Varallo, afirma que “es muy bonito ver a toda la gente de distintas confesiones celebrar la Pascua entrañablemente”, y recalca que “solo desde el entendimiento mutuo se puede construir”. No en vano, Alfonso Ramonet subraya que “la relación entre las distintas religiones debería ser de hermanos: no hay ningún Dios que predique la guerra”.

M. Pérez

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