Crece la inseguridad en el departamento de Sucre. El sábado 21 de marzo fue asesinado el padre Fernando Meza Luna, párroco del santuario diocesano ubicado en el barrio Versalles, en la zona norte de Sincelejo. El hecho ocurrió cuando arribaba a su casa en horas de la noche. El presbítero fue abordado por delincuentes que abrieron fuego. Algunos vecinos reaccionaron y condujeron al sacerdote herido a la Clínica Santa María, donde murió como consecuencia de heridas en el tórax.
Mons. José Clavijo, nuevo obispo de la región, dio cuenta del dolor que ha supuesto la pérdida del padre Fernando. “Destruir es muy fácil, se puede hacer en un segundo; pero reconstruir es un proceso muy lento y muy difícil”. En medio de las exigencias que los habitantes de la ciudad han levantado durante los últimos días para que el crimen no quede impune, el prelado señaló la importancia de concebir que la justicia implica también un cambio social y una transformación de los corazones.
El padre Meza tenía 53 años. Hijo de Eugenio Meza Galé y María Luna, fue el menor de 10 hermanos. Se formó en el seminario Juan XXIII de Barranquilla y fue ordenado el 25 de febrero de 1987. Según informa El Heraldo, “fue párroco en las iglesias de Toluviejo; la Medalla Milagrosa y el Perpetuo Socorro, en Sincelejo; la Santísima Trinidad de San Marcos y, últimamente, en Nuestra Señora de Fátima y el Santuario Diocesano Nuestra Señora de la Paz en Sincelejo”. También se desempeñó como capellán del Sena, de Cecar, del colegio Las Mercedes y como catedrático en la Escuela Normal Superior de Sincelejo.
Las honras fúnebres se llevaron a cabo en el municipio de Sincé, su tierra natal. Los párrocos de la jurisdicción eclesiástica a la cual perteneció el sacerdote, al igual que miembros de la familia Meza, agradecieron las manifestaciones de afecto.
Texto: VNC Foto: teregarcia
