“Cervantes se queda con nosotras”

‘Vida Nueva’ entrevista a la abadesa de las trinitarias, quien pide que los restos permanezcan en el convento

“Cervantes se queda con nosotras” [extracto]

MARÍA PÉREZ | En la madrileña calle Lope de Vega, esquina con Quevedo, y paralela a Cervantes, descansan desde hace 400 años los restos de don Miguel de Cervantes. Ahora se puede confirmar: ahí están. Vida Nueva da fe de ello tras hablar con sor María Amada de Jesús, abadesa de San Ildefonso de las Trinitarias Descalzas de Madrid, convento donde han sido hallados: “Desde el punto de vista histórico, es una certeza. Desde el científico, no lo podrán comprobar nunca porque no hay nada con qué cotejarlo”.

Cervantes, Lope de Vega, Quevedo y Góngora fueron vecinos muy mal avenidos. Habitaron en el mismo barrio hace cuatro siglos, hoy llamado “de las Letras”. Barrio sencillo y arrabalero entonces, hoy céntrico, de copas y ocio, y cargado de memoria literaria: del Siglo de Oro al esperpento, de Lope de Vega a Valle-Inclán y Lorca, que ahora ha recuperado el pulso turístico gracias a la búsqueda de los huesos de Cervantes.

Grupos de escolares, turistas de todo el mundo, o simplemente curiosos viandantes paran en la puerta de las trinitarias para fotografiarse en la fachada donde reposa el maestro de las letras del Siglo de Oro español. Vida Nueva pasa dentro, al humilde locutorio en el que, reja de por medio, espera la abadesa, sor María Amada de Jesús. “Culturalmente me siento una española muy orgullosa de que sea aquí donde haya aparecido Cervantes. Es una forma de darle más importancia a la cultura de nuestro país”, sostiene la religiosa.

Gratitud a los trinitarios

El 23 de abril de 1616 fallecía don Miguel de Cervantes Saavedra, día en el que autor de El Quijote recibió sepultura en este templo situado en el Madrid de los Austrias por deseo propio. Y es que el escritor, nacido en Alcalá de Henares, “mándose enterrar en las monjas trinitarias”, según reza su partida de defunción; una congregación por la que sentía especial devoción: esta orden recaudó los fondos para la liberación de Cervantes y su hermano Rodrigo tras su cautiverio en Argel.

religiosa trinitaria vigilando los trabajos de excavación para encontrar los restos de Cervantes

Sor Amada: “Por orden del obispado, nos pidieron que siempre estuvieran dos hermanas supervisando”. Foto: COPE

Desde el mes de enero –y por iniciativa del historiador y abanderado de este proyecto, Fernando de Prado, quién ha empujado la búsqueda de los restos de Cervantes–, un equipo de cuarenta expertos ha trabajado sin descanso para intentar localizar los restos del escritor. “Cuando se marcharon, nos dijeron que teníamos que rezar por cada uno de ellos, con su nombre y apellidos”, ríe la abadesa. Sin embargo, las grandes dificultades que ha presentado esta investigación proceden de una de las ampliaciones de la iglesia, que causó la pérdida de la localización concreta de la sepultura. “Aparecieron en un cajón grande, en lo más hondo. Debió de ser por el traslado de la comunidad de la iglesia antigua a esta donde estamos ahora, la nueva”, explica la abadesa.

La investigación se ha desarrollado en dos etapas: desde 2014, el historiador Fernando de Prado, exploró junto a su equipo cada centímetro del convento con un georradar, equipos 3D y localizadores infrarrojos capaces de encontrar cualquier resto bajo tierra.

Tras descubrir huesos, un equipo liderado por el forense Francisco Etxeberría (quien ha participado en el estudio de fosas comunes de la Guerra Civil, el caso Bretón, o los restos de Salvador Allende) analizó la composición ósea, cotejando después su posible correspondencia con el escritor. Y aunque la información genética obtenida es “escasa”, ya que los huesos se encuentran “muy deteriorados”, según el informe ejecutivo del denominado Proyecto Cervantes, “es posible considerar que entre los fragmentos de la reducción localizada en el suelo de la cripta de la actual iglesia de las trinitarias se encuentren algunos pertenecientes a Miguel de Cervantes”.

“Con mucha paz”

A pesar del “barullo”, estos meses de investigación han sido vividos por las religiosas “con mucha paz”: “Todo el tiempo que han estado excavando ha sido como si no hubieran estado, nosotras hemos seguido nuestro ritmo de vida normal”, relata la abadesa. “De hecho, cuando nos fuimos a hacer nuestros Ejercicios Espirituales, la excavación se suspendió una semana tranquilamente. Todos los trabajadores nos han respetado mucho, nos han demostrado un cariño extraordinario”.

Y es que las 13 monjas de este convento han trabajado codo con codo con los investigadores, porque “por orden del obispado, nos pidieron que siempre estuvieran dos hermanas supervisando, así que nos hemos ido turnando”.

huesos_cervantes

Detalle de los huesos encontrados tras la investigación

Tras la investigación, llegaron las noticias: “Vinieron la alcaldesa, Ana Botella, y el delegado de las Artes del Ayuntamiento de Madrid, Pedro del Corral, y nos dieron la noticia: científicamente no lo pueden comprobar porque no hay nada con qué cotejarlo, pero que es cierto que entre esos huesos está Cervantes. Y a mí me convenció verdaderamente, porque hay datos históricos, han aparecido nombres de los cadáveres que hay ahí”, afirma sor María Amada. “Además, nos dieron las gracias por la colaboración que habíamos prestado a todo el grupo”.

Efectivamente, son 17 los cuerpos que fueron inhumados en la antigua iglesia del convento de las trinitarias entre 1612 y 1630, entre los que no solo se encuentra Miguel de Cervantes (abril de 1616), sino también su esposa Catalina de Salazar (octubre 1626), además de “un mínimo de cinco niños y un mínimo de diez adultos, de ellos cuatro masculinos, dos femeninos, dos indeterminados y dos probablemente masculinos”, según explicó en la rueda de prensa de presentación del hallazgo la antropóloga Almudena García Rubio.

La abadesa de este convento de trinitarias lo tiene claro: “Nosotras vamos a seguir con nuestra vida. Si hay un reconocimiento, lo tendrá que hacer el Ayuntamiento”. Por parte del mismo, la alcaldesa ha afirmado en una entrevista a ABC que “con Cervantes se ha hecho lo máximo que se podía hacer. Debemos aprender a poner en valor a nuestras figuras ilustres y personalidades: Cervantes es lo más traducido en el mundo y, una vez hallados sus restos, hay que ponerlo en valor”.

Y es que las figuras del caballero andante y su fiel escudero son dos de los personajes novelísticos más reconocidos en todo el mundo, algo que merece la pena considerar. Eso sí, a sor María Amada no le convencen las “vanas glorias”: “Para mí esto no es un dogma de fe. Yo ya tengo mis creencias y al Señor como modelo al que sigo, y nada más. Todo lo demás es para dar Gloria a Dios”.

Si bien la alcaldesa de Madrid ha afirmado que hay “muy buena voluntad tanto del arzobispado como de las monjas” para instalar “algún tipo de mausoleo”, sor María Amada sentencia que “en la cripta, la gente va a querer ver la urna con los restos, pero las escaleras de la cripta están en mal estado, vendría mucha gente jubilada y esas escaleras no están para subir; por eso los restos deberían estar en la iglesia”.

Eso sí, se instalen donde se instalen, una cosa está clara: “Los restos se tienen que quedar aquí. Esa era la voluntad de Cervantes”.

El Shakespeare español

Cervantes-LlavesFernando de Prado, el historiador que ha empujado la búsqueda de los restos de Cervantes, ha hecho cuentas de lo que supone Shakespeare para el municipio rural del sur de Inglaterra que le vio nacer, Stratford-upon-Avon: “En 2015 les visitarán 6,25 millones de turistas, que dejarán unos 602,14 millones de euros. A esto hay que sumarle una facturación esperada de otros 754 millones por parte de las empresas relacionadas con el turismo, más el incremento a 8.000 puestos de trabajo directamente relacionados con esta actividad”, afirmaba de Prado a El MundoLos últimos datos anuales del Instituto de Turismo en España, cifran en 4,2 millones los turistas no residentes que se desplazan a Madrid, y en 9 millones los turistas residentes. Si a esto se suma que el año que viene se celebrará el 400º aniversario de la muerte de Cervantes (y, curiosamente, también de Shakespeare), 2016 puede ser un año lleno de celebraciones literarias que conviertan a Madrid en un gran polo de atracción turística, cultural y religiosa.

En el nº 2.935 de Vida Nueva.

 

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