La pobreza infantil ha crecido un 28% entre 2008 y 2012
GREGORIO PÉREZ DE DIOS | El último informe de Unicef sobre la infancia en España asegura que uno de cada tres niños españoles vive por debajo del umbral de la pobreza. La Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA), desde su misión educativa y sus ideales católicos, pretende cambiar esta realidad; una realidad que debe ver la luz y que pasa por dar voz a aquellos que no la tienen.
Con este objetivo, el Instituto de Estudios Maristas y la Facultad de Educación de la UPSA han celebrado las VI Jornadas sobre la pobreza infantil en España, en el marco del 25º aniversario de la Convención de los Derechos del Niño, tratado internacional aprobado por la ONU en 1989.
Durante los días 19 y 20 de marzo, diversos expertos han tratado los problemas que sufre uno de los colectivos más vulnerables y que en tiempos de crisis ha visto acentuadas sus dificultades en nuestro entorno más cercano. Un diagnóstico correcto de la situación actual es de vital importancia para solucionar este problema; el nivel de pobreza infantil en nuestro país ha crecido un 28% desde el año 2008 hasta el 2012.
La infancia, en sí misma, se constituye como vulnerable, pues depende de la acción de los adultos para sobrevivir y, además, está sometida a un proceso evolutivo de crecimiento y maduración. Para Unicef, presente en estas jornadas, sería de vital importancia la creación de un pacto de Estado que involucre a toda la sociedad y que blindara la protección contra la pobreza y la calidad e igualdad de oportunidades en el sistema educativo. En estas jornadas también han estado presentes Cruz Roja Española, Cáritas y ONG SED, entre otras instituciones.
Antonio Sánchez Cabaco, vicerrector de Investigación, Innovación y Nuevas Tecnologías de la UPSA, ha aportado diversas claves que ayudan a comprender la situación actual de la pobreza infantil en España. “En primer lugar, la crisis golpea más a los niños que a los ancianos. Esta situación, unida a la alta tasa de abandono escolar, conlleva una incertidumbre a largo plazo. Por otra parte, la ineficacia del Estado y la insensibilidad social acarrean una doble víctima: la pobreza real y la pobreza moral”, aseguró Sánchez Cabaco en el acto inaugural.
