Ya es tiempo de caminar… con el bastón de Teresa

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El Papa besa el bastón entregado por el autor (izda.)

ANTONIO GONZÁLEZ LÓPEZ, OCD

Entre las actividades del V Centenario, a nivel internacional ha cobrado protagonismo Camino de Luz, la peregrinación del bastón de santa Teresa de Jesús, que el pasado 11 de marzo llegaba al Vaticano y se encontraba con el papa Francisco.

Camino de Luz surgió como un homenaje a Teresa, la monja inquieta y andariega que en el siglo XVI recorrió tantas leguas por media España, abriendo caminos nuevos para seguir a Cristo. Se quería que una reliquia o un símbolo teresiano visitara lugares donde está presente el Carmelo, y se escogió este bastón por su capacidad de evocar la vida itinerante de la Santa y su espiritualidad, que nos habla de la vida y de la oración como camino, proceso personal, dinamismo.

Algunas cifras pueden hablar de la envergadura de esta iniciativa: en estos días de marzo completamos un periplo internacional iniciado el pasado 15 de octubre, que alcanza a 29 países de los cinco continentes: Brasil, Paraguay, Uruguay, Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, México, Estados Unidos, Corea del Sur, Taiwán, Indonesia, Australia, Nueva Zelanda, Samoa, India, Kenia, Tanzania, Madagascar, Costa de Marfil, Burkina Faso, Togo, Líbano, Israel, Francia, Italia, Croacia, Portugal y España.

El bastón de santa Teresa ha recorrido cerca de 117.000 km. (casi tres veces la vuelta al mundo), visitando cientos de localidades, monasterios y comunidades. Innumerables personas se han acercado a contemplarlo, y su visita ha sido ocasión de vigilias y oraciones, celebraciones de la Eucaristía, procesiones, conferencias, actos culturales

Pero la verdadera dimensión de esta peregrinación escapa a los números. E incluso a las palabras. Ha suscitado una experiencia de encuentro impresionante y sorprendente, esperanzadora. Faltan palabras para describir los encuentros vividos con comunidades y personas muy diversas, y a la vez unidas por lazos profundos en la fe y la espiritualidad teresiana: desde la bulliciosa acogida y las danzas que llenaron una pequeña ciudad indonesia, al silencio orante y la emoción de las carmelitas descalzas, que han recibido este símbolo como una visita de la madre Teresa de Jesús; desde la delicadeza de la cultura coreana a la espontaneidad africana

Este bastón ha estado ante personas señaladas, como numerosos obispos, o el presidente de Ecuador, y en brazos de gentes sencillas como las ancianas de una residencia en Samoa. Junto a él ha habido celebraciones orantes rebosantes de creatividad y hermosura, vigilias de noches enteras, y también gestos breves y sencillos de miles de personas, como una flor, un beso, un apoyar la frente, una reverencia… Gestos que expresan una petición, o una acción de gracias, el camino de una vida puesto ante la mirada de Dios, o una simple señal de cariño y respeto. Camino de Luz está siendo un camino de oración.

Y un camino de acercamiento. Acercamiento, para muchas personas, a la figura y la palabra de Teresa de Jesús. Encuentro, por otra parte, con muchos de sus hijos e hijas, los que hoy encarnan su carisma en el mundo, y también los que han pasado dejando una profunda huella: como los primeros ermitaños del Monte Carmelo, en Tierra Santa; o santa Teresita en Lisieux; santa Teresa de los Andes, en Chile; la hermana María Felicia, Chiquitunga, que quizás sea la primera santa paraguaya; el P. Salvador Rivera, Chavita, que desde su silla de ruedas en México ayudó a tantos a caminar hacia Dios…

Este viaje alrededor del mundo nos ha hecho, a cuantos lo acompañamos, abrir los ojos en esperanza, más allá de los límites de España, y contemplar un Carmelo y una Iglesia amplios y diversos, que están creciendo en la mayor parte del mundo, y compartir anhelos y dificultades con frailes, seglares, religiosas… que en otras latitudes y situaciones, con mentalidades diferentes, trabajan por seguir y encarnar el Evangelio.

En unos días este bastón regresará a España. Y se pondrá de nuevo en marcha, para recorrer, desde abril a julio, la mayor parte de nuestro país, visitando conventos, parroquias, santuarios…, para recordarnos, en este Centenario, las palabras de Teresa, que nos dicen que ahora, en el tiempo y situación que nos ha tocado vivir, ya es tiempo de caminar.

“¿Y con esto caminaba la vieja?”

“¿Y con esto caminaba la vieja?”, preguntó con su habitual espontaneidad Francisco al recibir el bastón de Teresa de Jesús. La escena tuvo lugar en la Plaza de San Pedro, al término de la audiencia general del pasado miércoles 11. Tras la sorpresa inicial, el Papa besó la reliquia de la Santa andariega “con expresión de alegría, cariño y devoción”, pudo dar fe el autor de este testimonio.

En el nº 2.934 de Vida Nueva.

 

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