Tolerancia cero y cercanía a la víctima en Mallorca y Alcalá de Henares

Javier Salinas, obispo de Mallorca

Salpicados por casos de abusos, invitan a los fieles a no olvidarse de quienes padecen esos actos

Javier Salinas

Javier Salinas, obispo de Mallorca

J. LORENZO | Dolor, tristeza, gran preocupación, hora difícil… son algunos de los calificativos con los que el obispo de Mallorca, Javier Salinas, se refiere a los momentos que atraviesa la diócesis, salpicada por diferentes casos de presuntos abusos sexuales a menores en los últimos meses, y en los que se han visto implicados seis sacerdotes. Además de las medidas cautelares para estos casos, Salinas escribió una carta que fue leída en todas las parroquias el domingo 15 de marzo.

“Ante cualquier abuso a un menor, nosotros tenemos que estar al lado del menor que ha sufrido el abuso, y mantener una tolerancia cero con quien ha abusado”, se lee en la carta, que apunta también que, de probarse los hechos, “estaríamos ante unos comportamientos que se alejan radicalmente de la misión propia de quien ha sido puesto como pastor que debe cuidar a aquellos que se le han confiado”.

Junto al rechazo a esos comportamientos, Salinas muestra también su preocupación porque “destruyen la confianza sobre la que se edifica nuestra vida como miembros de la Iglesia”. “Los cristianos sabemos que somos pecadores, pero no queremos ser corruptos. Y sería una corrupción inaceptable olvidarnos de aquellos que han sido víctimas de abusos”, asegura el prelado, que invita a los fieles a “no perder el sentido de nuestro vivir como cristianos”.

Portal web en Alcalá de Henares

La protección a las víctimas está también detrás del Servicio de Asistencia Pastoral a las posibles víctimas de abusos sexuales, sus familias y comunidades, puesto en marcha en Alcalá de Henares, y que estará vinculado al Centro de Orientación Familiar.

La iniciativa viene acompañada de la creación de una página web, “un portal específico sobre los abusos sexuales a los menores y adultos vulnerables”, y respaldada por una carta pastoral del obispo Juan Antonio Reig Plá, difundida el pasado 7 de marzo.

En su escrito, titulado En defensa de la vida: sobre los abusos sexuales a menores y adultos vulnerables, el prelado subraya la tolerancia cero con esos actos, insiste en la necesidad de acoger y ayudar a las víctimas y a sus familias, y recuerda “la vital importancia” de implementar medidas preventivas.

El texto –que contiene consideraciones sobre las “redes infiltradas en la Iglesia que abusan de varones vulnerables”, estrategia deliberada convertida “en dramática realidad”, tesis ya reiterada por Reig– apunta líneas de acción, como filtros en las líneas ADSL para proteger el acceso a webs “con contenidos no apropiados”, organizar jornadas para sacerdotes, laicos y seminaristas que impartan especialistas en la materia o ponerse en contacto con la Pontificia Comisión para la Tutela de los Menores para informar sobre estas iniciativas “y acoger cuantas sugerencias se nos hagan”.

En el nº 2.934 de Vida Nueva

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