Editorial

Cosecha vocacional

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EDITORIAL VIDA NUEVA | La celebración del Día del Seminario, el 19 o el 22 de marzo (según las diócesis) es un gran acontecimiento en donde la comunidad reza y agradece las vocaciones sacerdotales.

Este año, además, es tiempo para festejar, pues las estadísticas registran una tendencia al alza, a pesar de un clima no muy propicio al florecimiento de este delicado don.

Una apuesta decidida en la pastoral vocacional de parroquias, congregaciones y colegios, como vimos en la JMJ de Madrid, junto a una reflexión pastoral que la acompañe, como la iniciada por la CEE, y evitando tentaciones de ahogar calidad con cantidad, están dan frutos que invitan a la esperanza y a mantener fría la cabeza para afianzar lo logrado.

Por otra parte, cuando las familias ya no son semillero vocacional, conviene cuidar el testimonio de vida de los presbíteros como gran factor para el “contagio vocacional”, una invitación irrechazable para quien cree escuchar el “venid y veréis”.

En el nº 2.933 de Vida Nueva. Del 14 al 20 de marzo de 2015

 

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