La misión: la suma de muchos pocos

OMP España ingresó en 2014 un 19,5% más, récord de recaudación

Misionero con refugiados en Sudán

Misionero con refugiados en Sudán

J. LORENZO | “Nosotros hemos sido los principales sorprendidos, ya que la mayoría de nuestros donantes son gente sencilla que hace pequeñas aportaciones; personas que no tienen grandes recursos económicos, pero que han entendido que la Iglesia es la madre que atiende a los misioneros sin acepción de personas”. Así resume Anastasio Gil, director nacional de OMP España, el aumento de donativos registrado tras el cierre económico del ejercicio de 2014, que arroja una cifra de 18.597.601,81 euros, lo que supone un incremento del 19,52%.

En momentos de graves dificultades económicas en España, el sacerdote muestra a Vida Nueva su admiración “al constatar que el incremento se ha producido con las aportaciones de las parroquias en los días de las jornadas o con los innumerables donativos particulares. Todo es la suma de muchos pocos. Ya el año pasado percibimos el inicio de nuevos incrementos, pero este año la generosidad de tantas personas nos ha desbordado”.

El dinero recaudado corresponde a las colectas de las cuatro Obras Pontificias (Domund, Infancia Misionera, Vocaciones Nativas y Pontificia Unión Misional), aunque, en término absolutos, la que ha llamado la atención por su aumento ha sido la del Domund, con algo más de 13 millones de euros.

“Creemos que a ello ha contribuido, entre otras muchas cosas, una labor de comunicación con los ciudadanos, a quienes les hemos ofrecido ‘El Domund, al descubierto’. Hemos optado por la ‘narrativa’ de presentar la persona de los misioneros, no tanto sus obras cuanto la entrega de sus vidas y personas. Al fin, lo que llega a la gente no son tanto las grandes obras o proyectos cuanto el testimonio de alguien que sale de sí mismo para ir al encuentro del otro sin esperar nada a cambio”, apunta Gil.

Pero junto a esta agradable constatación, desde OMP España han advertido también “que, a lo largo del año, no cesa la solidaridad con los misioneros y su labor evangelizadora, aunque no se celebre ninguna jornada específica”.

Para el director nacional, esto se debe a que “los proyectos sociales de promoción y desarrollo de los pueblos suscitan en la gente un deseo ardiente de colaborar, pero no es menos cierto que quien ayuda a estas causas lo hace en buena medida por la credibilidad que le ofrecen los misioneros. La gente se pregunta: ¿por qué están allí?, ¿quién les sostiene?, ¿qué recursos tienen para su formación?, ¿quién les atiende en la enfermedad?, ¿dónde viven?, etc. Estas personas van comprendiendo que OMP, sin llamar la atención, garantiza que cualquier donativo llega en su integridad a los legítimos destinatarios”.

En el nº 2.932 de Vida Nueva

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