La fraternidad vence al yihadismo en Níger

Pese a la violencia, la ONG Acoger y Compartir mantiene sus proyectos

iglesia quemada en Níger ataques de islamistas radicales contra los cristianos. Foto de Acoger y Compartir

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA | Nicolás Ayouba es religioso redentorista y responsable de las 12 comunidades con las que cuentan en Burkina Faso, Costa de Marfil y Níger, su país natal y donde vive. Precisamente, de aquí ha tenido que ausentarse durante unas semanas para “recuperarse”, sobre todo mentalmente. Sus amigos de Acoger y Compartir, asociación ligada a la comunidad redentorista y con la que comparte muchos proyectos, le acogen en Madrid.

Aquí, acompañado por José Miguel de Haro y por Tomás Pastor, responsable de la ONG y de los proyectos con Níger, respectivamente, se encuentra con Vida Nueva y transmite el horror vivido en la última prueba contra los cristianos de Níger.

El 16 de enero, en distintos puntos del país, hubo enérgicas protestas contra la presencia del presidente nigerino en la manifestación de París en la que se condenaron los atentados contra Charlie Hebdo. En Niamey, la capital, murieron cinco personas y se arrasaron decenas de iglesias y comunidades. Allí, en su casa, junto a tres compañeros de congregación y tres hermanas de la Inmaculada Concepción que acudieron a refugiarse con ellos, estaba Nicolás.

Esos minutos, mientras por la ventana oían a la turba que clamaba venganza, se les hicieron eternos: “No sabíamos qué hacer. Algunos empezaron a hacer las maletas, pero dije que teníamos que quedarnos. En el último momento, pese a que sí nos quemaron la iglesia, nadie vino a por nosotros. Estoy convencido de que fueron nuestros vecinos los que nos salvaron la vida. Por la noche, cuando ya todo hubo pasado, uno de ellos, que es musulmán, vino a casa llorando para pedirnos perdón en nombre del islam. Se sentía profundamente avergonzado”.

Nicolás tiene muy claro que la violencia contra la minoría cristiana del país (apenas el 5% de la población) no concuerda con el verdadera sentir del pueblo nigerino: “La mayoría de los musulmanes no son así. De hecho, estas manifestaciones no iban dirigidas inicialmente contra los cristianos. En las protestas, pesaba más el sentimiento antifrancés, pues fuimos colonia gala. Lo que ocurrió es que los más violentos, muchos llegados de fuera del país, instrumentalizaron la furia y la dirigieron contra nosotros”.

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En el nº 2.932 de Vida Nueva

 

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