Philippe Jourdan: “Aquí en Estonia puedo ser un verdadero padre”

Único obispo de Estonia y el segundo en cinco siglos

Philippe Jourdan, único obispo de Estonia

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA. Fotos: OPUS DEI | Cuando Philippe Jourdan se presenta como “el obispo de Estonia” no es que sea el presidente de su Conferencia Episcopal (que no existe) o el rostro más reconocible de la Iglesia allí, sino que, directamente, es el único prelado del país. Titular de Pertusa, fue designado oficialmente por Juan Pablo II el 23 de marzo de 2005, unos días antes de morir, como administrador apostólico de toda la comunidad católica nacional (hoy compuesta por 6.000 fieles, aunque hace 40 años apenas eran seis).

Pero si esto es de por sí llamativo, más lo es conocer que es el segundo obispo estonio en cinco siglos, cuando, tras el triunfo de la Reforma, el luteranismo se convirtió en la religión oficial y el culto católico fue suprimido de raíz. Su único predecesor, el jesuita Eduard Profittlich, fue el primer pastor para Estonia desde los tiempos de Lutero.

A sus 54 años, este francés, natural de Dax, no hubiera podido imaginar, en sus tiempos de estudiante de Ingeniería de Caminos, que su vida y su vocación iban a estar ligadas a este pequeño país del norte de Europa de apenas 1.200.000 habitantes.

Se ordenó sacerdote y entró a formar parte de la familia del Opus Dei (en cuya sede en Madrid, en un reciente encuentro con medios, Jourdan conversa con Vida Nueva). El entonces prelado de la Obra, Álvaro del Portillo, creía que Estonia necesitaba un sacerdote que hablara ruso, y Jordan era el candidato ideal.

Lo que más le gusta a Jourdan es “poder ser un obispo pastor, un padre, como nos pide el papa Francisco. Cuando yo era niño, en Francia, veía a mi obispo como alguien lejano, como un funcionario de Dios. En cambio, aquí, aunque solo sea por nuestra situación de evidente minoría [hay un alto índice de ateísmo y, entre los cristianos, los luteranos son el 14,8% de la población y los ortodoxos el 13,9%, habiendo además unos 10.000 musulmanes, 6.000 baptistas y 1.000 judíos], los católicos vivimos la fe con una gran autenticidad”.

Entrevista completa solo para suscriptores

En el nº 2.931 de Vida Nueva

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