‘Foxcatcher’: K.O. al sueño americano

película Foxcatcher

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J. V. ECHAGÜE | Admitámoslo: los claroscuros del “sueño americano” son conocidos desde que Scott Fitzgerald publicara El gran Gatsby hace 90 años. Y sin embargo, reflexiones como la de Foxcatcher continúan siendo turbadoras. Lo meritorio de la película de Bennett Miller es que, sin contarnos nada nuevo, cuesta encontrarle parangón. Y también desentrañar su significado. Si es que lo tiene o lo pretende. 

Y quizá debería, aunque solo sea porque los extraños sucesos que narra se basan en hechos reales. Mediada la década de los ochenta, Mark Schultz (Channing Tatum), medalla de Oro en lucha libre en Los Ángeles ‘84, vive a la sombra de su hermano David (Mark Ruffalo), su entrenador y también vencedor en la cita olímpica.

Mark recibe la llamada de John du Pont (Steve Carell), un enigmático millonario. Ambos se citan en su majestuosa mansión en Pensilvania. ¿Su petición? Fascinado por este deporte, pretende crear un campo de entrenamiento en su finca con el fin de preparar al equipo de EE.UU. para los Juegos de Seúl. Y quiere que Mark sea la estrella bajo la supervisión de David. ¿El resultado? Cuanto menos sepa el espectador sobre los acontecimientos que sucedieron, mucho mejor.

El triángulo entre los tres personajes va tornándose en una tela de araña que se envenena progresivamente, un combate en el que los golpes son sustituidos por miradas y silencios y donde la lucha libre queda relegada a metáfora. La violencia permanece latente y sabemos que no se quedará confinada en el ring. Estallará, y lo hará de forma sorprendente.

La dirección, fría y minimalista, reposa en los actores, todos impecables, especialmente un Steve Carell cuya comicidad innata permanece sepultada bajo capas de látex. Sus matices van deshojando las capas de sus personajes en un drama tan psicológico como opresivo.película Foxcatcher

Du Pont es un redentor que busca dar a EE.UU. una esperanza, un patriota obsesionado con la idea de moldear a Mark como un héroe americano en una época escasa de referentes. Mark, un joven con pocas luces, cae seducido ante la idea de enarbolar la bandera yanqui y prosperar sin la ayuda de su hermano, sin percatarse de que acaba encerrado en una jaula de oro. Y David, reacio al principio a acompañarle, termina cayendo igualmente en las redes del millonario. Ambos hermanos reencarnarán por momentos a las figuras de Caín y Abel. Y es que, además de nacionalismos mal entendidos, Foxcatcher habla también de envidias fraternales, de padres ausentes y de frustración.

Premiado en Cannes y nominado al Oscar al Mejor Director, Miller, que ya sorprendiera con su debut en Capote (2005), se reafirma como una rara avis dentro de la meca del cine. Y lo hace con uno de los filmes menos americanos pergeñados por Hollywood en los últimos tiempos. Curioso, cuando menos, para una película que termina al grito de “U.S.A.”. 

FICHA TÉCNICA

Título original: Foxcatcher.

Dirección: Bennett Miller.

Guión: Dan Futterman, E. Max Frye,  Kristin Gore.

Fotografía: Greig Fraser.

Música: Rob Simonsen.

Producción: Bennett Miller, John Kilik, Anthony Bregman.

Intérpretes: Steve Carell, Channing Tatum, Mark Ruffalo, Sienna Miller, Vanessa Redgrave, Anthony Michael Hall, Guy Boyd, Brett Rice.

En el nº 2.930 de Vida Nueva

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