El derecho a ser hijo

Francisco no necesita abogados. Ni traductores. Alguien me dijo en una ocasión que por primera vez teníamos a un Papa a quien no había que interpretarle, que se expresaba con tal franqueza y meridiana claridad que buscarle dobles sentidos e intenciones sería cuestionar su mano izquierda. Mi madre lo agradece. Mis amigos no creyentes lo aplauden. Yo lo celebro. Pues bien, ahí está su reflexión sobre la paternidad responsable. “Perdonen, pero hay algunos que creen –disculpen la expresión- que para ser buenos católicos debemos ser como conejos”. Dijo lo que leen. En el vuelo de regreso a Roma tras el baño de multitudes en Filipinas. Ni más ni menos. Ni atacó a las familias numerosas. Menos aún ejerció de garante de una determinada política de natalidad. No saquen más conclusiones ni juguemos precisamente ahora a ser más papistas que el papa, o más bergoglianos que Bergoglio. Sensatez. O sentido común, que es la máxima de Francisco para quienes buscan vivir el Evangelio y es su referente cuando se expresa, hable de madrigueras o de “puñetazos” contra la libertad religiosa. Su respaldo manifiesto a Pablo VI –recuerden quién le canonizó- le sitúa en su misma bancada, en la defensa de una Humanae Vitae, de su apertura a la vida, pero también de lo que conlleva. La carta de derechos en el mal llamado primer mundo más bien parece la de un menú de comida rápida, donde uno puede hacer combinaciones de ideas que entran por los ojos como su fueran un manjar, difícil digestión y peores consecuencias a largo plazo. Ser padre no se cocina como el fast food. Una familia no se programa en un microondas y está lista en dos minutos. Entre otras cosas, porque ya sabemos que en el microondas todo acaba cociendo por fuera pero permanece crudo por dentro. Ser padre o madre implica una vocación de fondo, en lo profundo. Vocación y misión, no derecho. El derecho es del niño, a tener unos progenitores responsables, que velen por su alimentación, por su educación, por su futuro, por su fe. Hijos, no conejos.

José Beltrán. Director Vida Nueva España

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