Religión, arte y libertad de expresión, ¿dónde acaba la provocación y empieza la ofensa?

Cajita de fósforos, obra de 2005 del Colectivo de Mujeres Públicas expuesto en el Museo Reina Sofía en 2015

Reavivado el debate sobre los límites de un derecho fundamental

La civilización occidental y cristiana (1965), obra de León Ferrari

‘La civilización occidental y cristiana’ (1965), de León Ferrari

JUAN CARLOS RODRÍGUEZ | “Yo describiría nuestra época actual como la era de la irreverencia”. La frase de George Steiner describe elocuentemente no solo la enseñanza y los modelos sociales de nuestros días –el contexto en el que la escribe es su ensayo Lecciones de los maestros (Siruela, 2004)–, también es una constante del arte contemporáneo, que se alimenta de la irreverencia y la provocación.

La condición transgresora que en sí misma encierra el arte, sin embargo, se ha confundido en los últimos tiempos, en expresión del profesor Rafael Palomino, catedrático de Derecho Eclesiástico del Estado de la Universidad Complutense de Madrid, con “una explosión mediática y artística en torno a la profanación”.

Como define el propio Palomino, “profanar” no es más que “tratar algo sagrado sin el debido respeto, deslucir, desdorar, deshonrar”; esta acción, este verbo, sirve, sin duda, para enmarcar una serie de desencuentros entre los sentimientos religiosos y la libertad de expresión y creación artística que, a la sombra de los terribles asesinatos acaecidos en París en la revista Charlie Hebdo, cobran, si no nuevo significado, sí, al menos, distinta relevancia.

El argumento de la libertad de creación condiciona –quizá de una manera exagerada– el ya de por sí desequilibrio existente entre el ejercicio de la libertad de expresión y el respeto a la libertad religiosa. El miedo a la censura desorbitada o –entiéndase– una censura que tome las partes por el todo es aún indisociable de la protección jurídica y normativa que tiene el derecho a la libertad de expresión y, en consecuencia, a la libertad a la creación artística frente al respeto, más allá de la libertad religiosa, a las creencias religiosas, sus símbolos y credos.

Cajita de fósforos, obra de 2005 del Colectivo de Mujeres Públicas expuesto en el Museo Reina Sofía en 2015

‘Cajita de fósforos’ (2005)

En esta “ponderación de bienes en conflicto” no solo ha primado la libertad de expresión y de creación artística en la esfera judicial, con mínimas excepciones en las últimas décadas, sino que se ha dado por supuesto desde las instituciones culturales –mayoritariamente, además, en la esfera pública– que el derecho del artista a crear y exponer su obra no tiene límite alguno.

¿Un arte realmente útil?

Pero lo cierto es que la trasgresión amparada en la libertad de creación artística y la preservación de una sacralidad de valores religiosos entran en conflicto. Sin ir más lejos, en la exposición Un saber realmente útil –inaugurada el 29 de octubre en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y abierta hasta el 9 de febrero–, que incluye, entre los más de treinta artistas que la conforman, cinco obras del autodenominado Colectivo de Mujeres Públicas, creado en 2003 en Buenos Aires por Magdalena Pagano, Lorena Bossi y Fernanda Carrizo, las tres argentinas.

En una vitrina se exhibe su obra titulada Cajita de fósforos (2005); realmente son dos cajas de cerillas, expuestas cada una por una cara. Una incorpora un dibujo de una iglesia en llamas. La otra muestra en el anverso la leyenda: “La única iglesia que ilumina es la que arde”, junto a un temerario “¡Contribuya!” en distinta tipografía y en color rojo.

Diversas asociaciones católicas –la Asociación Española de Abogados Cristianos y Hazteoir.org– han pedido al Ministerio de Cultura la retirada de las obras.

El Museo Reina Sofía hizo público un comunicado en el que “respeta la libertad de expresión y la libertad de creación artística, de igual modo que respeta todas las creencias y la libertad de opinión de las personas que han sentido herida su sensibilidad”.

Pliego publicado en el nº 2.928 de Vida Nueva. Del 7 al 13 de febrero de 2015

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