La Iglesia pide esclarecer la verdad del ‘caso Nisman’

Argentina, conmocionada tras la muerte del fiscal que tenía en jaque al Gobierno

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Protesta por la muerte del fiscal frente al Congreso en Buenos Aires

NICOLÁS MIRABET (BUENOS AIRES) | El pueblo argentino vivió una terrible sacudida el pasado 19 de enero, cuando los medios de comunicación dieron a conocer la muerte del fiscal Natalio Alberto Nisman. Desde 2004 –por encargo explícito del entonces presidente, Néstor Kirchner–, el fallecido dirigía la investigación del atentado contra la Asociación Mutual Israelita en Argentina (AMIA), que en 1994 dejó 85 muertos y más de 300 heridos. Días antes de su deceso, el fiscal había declarado que tenía “abundantes elementos” que involucraban a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y a varios colaboradores en el encubrimiento de los iraníes, sospechosos de ser los autores de dicho atentado. Si bien el funcionario judicial había sido encontrado en el baño de su domicilio con un balazo en la cabeza, al cierre de esta edición, los investigadores aún no tenían certezas de si la muerte se trataba de un suicidio o de un homicidio.

Tanto la gente, que ha salido a manifestarse por las calles en las distintas ciudades del país, como diversas instituciones han exigido a las autoridades una auténtica investigación para conocer la verdad de esta muerte. Frente a los hechos –ocurridos un día antes de la presentación en el Congreso de la Nación que el fiscal debía hacer de su investigación–, la Confraternidad Argentina Judeo Cristiana (CAJC) emitió un comunicado en el que lamenta “profundamente” el fallecimiento del fiscal y expresa “cercanía y afecto a sus familiares, amigos y colaboradores”.

“Rogamos al Señor de todos que los valores que él sustentaba como funcionario de la Justicia se hagan realidad en el esclarecimiento del mayor atentado terrorista de la historia de nuestro país”, expresa el mensaje de la organización interreligiosa. Y agrega: “La verdad y la justicia de lo acontecido el 18 de julio de 1994 es el único camino que nos conducirá a la paz definitiva, que como todo ciudadano anhelamos”. “La historia nos reclama y nos reclamará –concluye la CAJC– que seamos capaces de construir una nación que garantice los derechos de todo ser humano, suscitando el compromiso de trabajar por el bien común, por la justicia, honrando la vida, para recuperar los valores que dieran lustre en épocas de paz y libertad a la vida de la República”.

La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) también difundió un mensaje en el que los obispos comparten “la conmoción, perplejidad e incertidumbre que en estos días afectan a los argentinos”, y manifiestan su confianza “en las instituciones de la República para superar las sombras de impunidad que dañan la salud de la democracia”. “Sentimos la necesidad –añaden los obispos– de hacer un llamado a las autoridades y a toda la dirigencia política a poner todo el esfuerzo, honestidad y capacidad investigativa para alcanzar la verdad, única base de la justicia”. Y alientan a “mantener serenidad y cautela en los juicios, firmeza y perseverancia en la búsqueda de la verdad”.

Por su parte, la Comisión Nacional de Justicia y Paz (CNJP) también emitió un comunicado exhortando “a las autoridades de los distintos poderes de la República a que extremen los recaudos para el completo esclarecimiento de los hechos”. “Este grave y triste episodio –expresa la CNJP– no puede hacer olvidar que permanece impune y sin esclarecer el atentado terrorista contra la AMIA, del que no solo la comunidad judía, sino todos los argentinos, fuimos víctimas. La reciente denuncia del fiscal Nisman puso en el centro de la cuestión la actuación de muy altas autoridades, de quienes esperamos explicaciones precisas”.

A través de las redes

Gran estupor causó la manera en que Cristina Fernández de Kirchner manejó esta muerte, al menos frente a los medios de comunicación. La presidenta, que utiliza exageradamente la cadena nacional, se limitó esta vez a dar sus mensajes a través de las redes sociales. Al principio, habló de un suicidio, pero luego cambió su discurso y afirmó que Nisman había sido asesinado. A los ocho días del hecho que conmocionó al país, por cadena nacional, la mandataria reiteró su hipótesis de asesinato y le pidió a la Justicia “investigar en serio”. Asimismo, anunció un proyecto para reformar el Servicio de Inteligencia del país, el cual funciona con los mismos métodos y agentes de la dictadura militar (1976-1983) y es sospechoso de “filtrar” datos de la investigación que venía realizando Nisman.

En el nº 2.927 de Vida Nueva

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