Cuando un rap se vuelve misionero

cuento premiado en el concurso de cuentos de la Infancia Misionera 2015

Obras Misionales Pontificias premia su I Concurso de Cuentos

ganadores del concurso de cuentos de la Infancia Misionera 2015

De izq. a dcha., Andrea, Carmen, Carmelo y Adrián, los cuatro galardonados

Cuando un rap se vuelve misionero [extracto]

JOSÉ BELTRÁN | “Estaba jugando con la tablet, vi un juego de rap y se me ocurrió que ese podría ser el comienzo”. Carmelo cambió el “Érase una vez” por un hip hop que le ha llevado a convertirse en el primer ganador del Concurso de Cuentos de la Infancia Misionera, organizado por Obras Misionales Pontificias y patrocinado por la editorial PPC y Vida Nueva.

Carmelo Gálvez Alvariño estudia 1º de la ESO en el Seminario Menor Inmaculada de Ourense, y está convencido de que “ser misionero es ayudar al otro, compartir lo que uno tiene y estar atento a lo que los demás necesitan”, explica mientras sostiene el diploma que acredita la originalidad de su relato.

El jurado, encabezado por el escritor José Luis Olaizola y que contó, entre otros, con Herminio Otero, gerente global de Catequesis de PPC, quiso reconocer con menciones especiales a Andrea Prieto García, de 6º de Primaria del Colegio San Prudencio de Vitoria-Gasteiz, y a Adrián Fernández Ucero, de 3º de Primaria del Colegio Amor de Dios de Toro (Zamora). Además, se otorgó un premio especial al mejor relato de un niño menor de ocho años para Carmen Sánchez, de 2º de Primaria del Colegio Cumbre School de Valencia.

foto de familia del concurso de cuentos de la Infancia Misionera 2015

Foto de familia en el hospital San Rafael de Madrid

“Estos cuatro chavales son el rostro hoy de miles de niños que formamos la gran familia de la Infancia Misionera, una corriente de solidaridad que comparten padres, madres, abuelos, educadores…”, explicó Anastasio Gil, director nacional de Obras Misionales Pontificias, quien recordó cómo nació esta iniciativa de manos del obispo francés Forbin-Janson: “No buscó entre los ricos y poderosos para encontrar la ayuda que le solicitaba un amigo misionero, se lo pidió a los niños”.

Con este mismo ímpetu arrancó este certamen de relatos cortos en el que han participado cientos de niños de nuestro país en su doble fase, diocesana y nacional, a partir del lema que ha presidido la campaña de este año: Yo soy uno de ellos.

El escenario elegido para la entrega de los galardones –un ordenador personal y tres e-books– fue el hospital San Rafael de los Hermanos de San Juan de Dios, en Madrid. “No es una casualidad que estemos aquí”, matizó Anastasio, que quiso poner de manifiesto el trabajo de la congregación en defensa de los niños más desfavorecidos y rendir homenaje a Miguel Pajares y Manuel García Viejo, los dos misioneros españoles fallecidos víctimas del ébola. Arroparon a los ganadores Boni Ofogo –un cuentacuentos camerunés– y el coro del Colegio de Nuestra Señora de las Delicias de Madrid.

“Todos los días del año sois pequeños misioneros”, les recordó Gil, parafraseando a Juan Pablo II sobre la manera en la que se dirigía a los niños como evangelizadores, ya con la mente puesta en la segunda edición de esta propuesta educativa de animación y concienciación.

¿Cómo acoger en casa?

Adrián lo tenía complicado para tomar parte en el concurso. Cuando se convocó en su colegio, él estaba en casa recuperándose de un accidente de tráfico. Había sido atropellado y tenía una férula. “Me imaginé cómo sería si en mi clase hubiera un niño recién llegado de otro país y yo tuviera que acompañarle. Pensé de qué manera podría ser misionero desde mi casa y así surgió el cuento”.

Anastasio Gil director OMP España con los ganadores del concurso de cuentos de la Infancia Misionera 2015

Los ganadores con Anastasio Gil, director de OMP España

“Quería mostrar a mis alumnos que tenemos que ser misioneros aquí y ahora. El relato habla precisamente de la acogida al diferente desde el respeto”, explica Pilar Cerezal, religiosa del Amor de Dios y tutora de Adrián, convencida de que, si bien “el valor de la solidaridad está muy arraigado en la sociedad, sí noto que tenemos que hacer hincapié en el origen. Cada año nos cuesta más hablar de Jesús de Nazaret, porque muchos chicos no saben quién es”. Orgullosa del trabajo de su alumno, planteó la participación en el certamen desde la clase de Religión tomando como punto de partida el decálogo del niño misionero.

“Yo quería huir del típico cuento y por eso escribí una carta al mundo”, explica Andrea, que, en su escrito, se dirige en primera persona al planeta para mostrarle su incomprensión por que, “siendo tan inmenso y teniendo agua y comida de sobra para vivir todos felices, haya una parte del mundo que tenga demasiado, y hasta lo tiren a la basura, y otra no tenga ni un trozo de pan que llevarse a la boca”.

Frente a ello, los niños españoles responden siempre desde la generosidad. Tanto es así que España es el tercer país del mundo en aportaciones a la Infancia Misionera, de tal manera que en 2014 los 2,1 millones recaudados permitieron financiar 347 proyectos que ayudaron a 218.975 niños.

Carmen, la benjamina de este grupo de escritores, propone un viaje a través de su cuento. “Habla de un rico que tiene muy mal genio y ve en televisión a un niño negrito feliz. Le sorprende tanto que decide coger un avión y marcharse a África a preguntarle al chico el porqué de su felicidad”.

¿La respuesta? “El niño le explicó que era feliz porque tenía el cariño de sus padres y el amor de Dios, que era pobre en dinero, pero rico en amor. Después de esto, el rico se hizo misionero”. Esta historia de conversión que Carmen dio forma con la ayuda de su padre, asegura que le “salió del corazón”.cuento premiado en el concurso de cuentos de la Infancia Misionera 2015

El cuento ganador: un rap misionero

Carmelo Gálvez Alvariño, solo es un niño.
Quiere ser misionero y llegar al mundo entero repartiendo cariño.
La música llega hasta el cielo: soy misionero rapero.
Mantienes los pies sobre el suelo y el alma en el Señor.

La campaña comenzó y así se divulgó.
¡Hey amigo!… No dejes pasar la oportunidad y enrólate.
Mejorar la humanidad y llevar felicidad por todos los caminos.
Todos juntos como un clan, seguiremos este plan:
nos haremos misioneros y seremos los primeros.

¡Escucha mi rap! Candidato a misionero.
Te presento mi programa, es sencillo y verdadero.
Pon un poco de interés y verás qué fácil es.
Te sentirás mejor si le pones mucho amor.
Los que siguen a Jesús siempre están de buen humor.

Lo primero de la lista: no debes ser egoísta.
Compartiendo cada día, derrochamos alegría.
Y si eres generoso, te sentirás más dichoso.
No seas egocentrista; somos muchos en la lista.

Sentirse todos hermanos y cogidos de las manos.
Compartiendo la oración y orgullo de ser cristianos.
En el corazón Jesús. En el corazón María.
La Fe será siempre tu guía; tu fuerza, tu energía.
Tu camino e ilusión te lo da la Religión.

Y serás un buen nacido siendo siempre agradecido.
No debes ser perezoso, holgazán o caprichoso.
Si escoges el buen camino, serás un “niño divino”.

Alegra a tus papás y a todos los demás.
Estudia con mucho ahínco, para sacar más de cinco (5).

La alegría de la casa y de todo el vecindario
está en tu quehacer diario.
La vida mejor se pasa, siendo bueno y solidario.

Sigue los buenos consejos; son de sabios, no de viejos.
No escuches murmuraciones, ni malas negociaciones.
Para llegar a la meta, lleva una vida discreta.
Santificada por Dios, será una vida perfecta.

¿Este cuento… es un cuento? Pues verás que no te miento.
Si Jesús es el Señor, no existe nada mejor.
Él te quiere ver contento, si le sigues con amor.

Tú eres tú… Yo soy yo. Todos somos misioneros.
Dios nos busca… Allá vamos… y con Él colaboramos.
Todos somos: uno de ellos… Y por eso lo cantamos.

P.D.: Este cuento debe leerse a ritmo de rap.

Carmelo Gálvez Alvariño, 12 años, Seminario Menor Inmaculada, de Ourense

En el nº 2.927 de Vida Nueva

 

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