Chiara Lubich ya es sierva de Dios

El 27 de enero quedó abierto el proceso de beatificación de la fundadora de los focolares

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DARÍO MENOR (ROMA) | Chiara Lubich, fundadora del movimiento de los focolares, ha dado el primer paso para ser declarada beata. El pasado 27 de enero, el obispo de Frascati, Raffaello Martinelli, presidió en la catedral de esta localidad de las afueras de Roma la ceremonia con la que se abre la causa de beatificación de esta italiana fallecida en 2008. Maria Voce, sucesora de Lubich al frente de esta realidad eclesial laica a la que están adscritas alrededor de dos millones de personas presentes en 182 países, informó a los miembros del movimiento de la noticia con una carta en la que pidió a todos que siguieran el “testimonio vivo” dejado por su antecesora para “hacernos santos juntos”. Reelegida para llevar las riendas de los focolares durante otros seis años el pasado mes de septiembre, Voce fue quien solicitó a las autoridades eclesiásticas la apertura del proceso para hacer beata a Lubich.

En la ceremonia, con un seguimiento masivo a través de Internet, participaron cuatro cardenales, entre ellos el anterior secretario de Estado, Tarcisio Bertone, quien leyó un mensaje en el que el papa Francisco celebra el “luminoso ejemplo” y la “preciosa herencia espiritual” de la fundadora. Anima además el Pontífice a los fieles a que conozcan mejor “la vida y las obras” de Lubich, quien, al acoger “la invitación del Señor, encendió para la Iglesia una nueva luz en el camino hacia la unidad”.

En el acto religioso y jurídico de Frascati, fue leído el decreto de introducción de la causa, el nulla osta del Vaticano, y se informó a los fieles de quiénes eran los miembros del tribunal diocesano encargado de seguir el proceso.

Una vez concluida esta primera fase, se encargará de la eventual beatificación la Congregación para las Causas de los Santos, el “ministerio” de la Santa Sede competente en la materia y que actualmente preside el cardenal Angelo Amato. Algún diario italiano ha especulado ya que los tiempos de todo el proceso, probablemente, serán “los más breves posibles”. Lubich está considerada una de las grandes líderes laicas de la Iglesia en el siglo XX y puede ya ser llamada sierva de Dios.

En el nº 2.927 de Vida Nueva
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