Darnos otra oportunidad

Hace unos días nuestra sociedad estuvo celebrando la despedida de un año marcado por los hechos de vida y de muerte que acontecieron. Sin embargo, muchos corazones de hombres y mujeres estuvieron habitados por el recuerdo de situaciones de muerte y sobre todo por el anhelo profundo para disponerse a vivir la vida y sus avatares con mayor sentido de esperanza y responsabilidad. La unión familiar, los diversos encuentros, las celebraciones, la gratuidad compartida provocados por el año nuevo, aún son los gestos que caracterizan esta época y la hacen especial. Ojalá estas actitudes perduren por el año que comienza y que logren permear el consumismo descontrolado que materializa lo esencial de la vida. Sabemos que lo nuevo del año no es que cambie el número sino que cambien nuestras formas de ver, sentir y pensar la vida, la historia y la humanidad. Pues, en últimas, si no cambiamos nuestra forma de ver y vivir la cotidianidad, ella será la misma. De ahí que pensar sintiendo la realidad del otro, de la otra, será el camino para percatarnos de que la transformación es una realidad posible, para lo cual se hace necesario capacitarnos, para saber acoger las crisis y los problemas como oportunidad y hacer viable la generosidad de humanidad a través de la cercanía, de la solidaridad, del compartir, de la alegría, de la escucha, en pro de otra sociedad posible. Deseo de corazón para todos y para todas que los sentimientos revelados en los días que ya pasaron, continúen siendo compartidos por este año que vamos recorriendo hasta su culminación y que nos demos la oportunidad de ser de otra manera.

Amparo Novoa Palacios, S.A.

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